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Aunque el judoca Williams Montero intentó dar lo mejor en sus segundos Juegos Paralímpicos, las circunstancias jugaron en su contra tras encontrarse en el camino a dos fuertes rivales asiáticos. En Londres 2012 se postuló en el noveno puesto de la categoría +100 kilogramos a un paso del Diploma Paralímpico en un evento desarrollado en el Complejo Excel.
"Di todo lo que podía pero estoy convencido que pude haberlo hecho mejor, el chino me venció gracias a las amonestaciones, mientras que con el coreano la situación fue diferente, aquí están los mejores del mundo y quedé noveno de 12 competidores", aseguró Montero.
El judoca primero se enfrentó al subcampeón de Beijing 2008, el chino Song Wang, combate que se definió con tres shido (penalizaciones) lo que le otorgó 1 wazari, después el asiático lo proyectó logrando el segundo wazari y por ende el iapon.
"Esas penalizaciones me afectaron un poco pero tampoco me voy a excusar, traté de hacer el trabajo pero no pude, así es el judo, un deporte que amo pero que al mismo tiempo suele ser complicado", explicó.
El licenciado en Psicología de la Universidad Central de Venezuela pasó a la ronda de repesca donde cayó nuevamente por dos wazari (que se convierten en un ippon) ante el representante de la República de Corea, Jung Park.
"Agradecido con el Ministerio del Deporte por todo el apoyo y la preparación que nos brindó, esa base de altura en España fue excelente porque es la primera vez que hago dos combates tan seguidos y ni siquiera terminó con la respiración dificultosa", aseguró el caraqueño.
Montero pasó por varios deportes antes de arribar al judo, uno de ellos fue el béisbol donde tenía un futuro promisorio, incluso llegó a estar a punto de ser firmado por un equipo profesional. "En un campamento en Charallave, yo jugaba como Outfielder y un gringo me observó y dijo que no iba a tener mucha estatura así que era mejor que me enseñaran a jugar primera base. Un día durante un juego tomé un piconazo y al girar el muchacho que venía corriendo pisó una piedra, se tropezó y me atropelló, pero el que perdió el choque fui yo", contó de manera jocosa.
A partir de ese accidente empezó a sufrir de la vista, luego fue operado con láser pero de todas formas perdió la visión de manera total. Una vez estudiando en la UCV le comentaron sobre el grupo de judocas con discapacidad visual; hoy en día lleva a cuestas su tercer ciclo paralímpico y sus segundos juegos pues ha tenido acción en Atenas 2004 y en Londres 2012.
"Si me dan la oportunidad quiero continuar, mi meta es hacer otro ciclo paralímpico porque me tengo que sacar esta espinita, yo tengo que ganarme una medalla en unos Juegos Paralímpicos, en Río de Janeiro tendrá que ser la oportunidad, no importa la edad quiero continuar", acentuó.
Para los Juegos de Beijing 2008 el judoca no pudo clasificar pues decidió cambiar de peso y la estrategia no le salió como la planificaba, para Londres 2012 se enfocó y pudo ubicarse entre los 12 atletas que participaron en esta magna cita.
(Prensa Mindeporte / Edixandra Oviedo)