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¿Votar o no votar el 15 Oct? Yo votaré, ¡No pierdo esta oportunidad!

27/09/2017 16:10 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

No está en otros, sino en nosotros cambiar esta realidad que nos agobia y el 15 de octubre es una oportunidad para dar un paso más

 En estos días que corren, en víspera a las elecciones a gobernadores en Venezuela, un importante sector de la oposición al régimen, ha venido manifestando su rechazo al acto electoral, argumentando entre otros asuntos, que los partidos agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), negociaron estas elecciones a cambio de tranquilizar la calle, exigiendo otros, argumentos que entusiasmen, a quienes se clasifican ahora, de abstencionistas, asunto que procuro, humildemente, en las líneas siguientes.

Sin embargo, antes estimo necesario referirme, a lo que fue mi visión, y creo que, de muchos otros, respecto a los tres meses de protestas. Al respecto, lo primero que debo destacar, es que las protestas fueron un acto voluntario y hasta espontáneo -justificado, legal y moralmente, dado el proceder del gobierno- de lo que conocemos como sociedad civil, llegando muchos a estimar que esa misma sociedad estaba por sobrepasar a los partidos políticos, quienes se pusieron al frente de las manifestaciones para intentar canalizarlas.

A partir de la fraudulenta convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), fue sobredimensionada las posibilidades y resultas de las protestas, al punto de aferrarnos a que la ANC no iba, sin percatarnos que no estaba en nuestras posibilidades reales el detenerla. No obstante, las protestas, con su saldo lamentable de muertos, heridos, presos y demás desmanes del régimen, conjugada con lo irrito de la ANC, hicieron voltear la mirada de los gobiernos democráticos a pronunciarse por la violación de los Derechos Humanos, la apertura del canal humanitario y otras circunstancias más que hoy mantienen a los jerarcas del gobierno arrinconados, lo cual ha servido, esa presión internacional, no sólo para el llamado a elecciones, sino además a la liberación de un número importante de presos políticos y otras consecuencias que lo limitado de muchas de nuestras miradas -nubladas por la pasión-, no nos dejan apreciar.

Efectivamente, a la oposición -MUD-, pueden endilgársele, y hasta con razón, muchos errores, no pudiendo la sociedad venezolana desestimar su valentía cuando el liderazgo opositor ha sido vilipendiado, golpeado, perseguido, apresado, torturado, inhabilitado y más, amén de asumir nuestra responsabilidad ciudadana por el destino de este país.

Entre quienes promueven la abstención, incluyen como parte de sus argumentos, que con las elecciones del 15 de octubre,   validan el Consejo Nacional Electoral (CNE), así como al régimen, además de destacar que el CNE y el mismo gobierno nacional, habrán de aplicar sus acostumbradas tramposerías, abuso de poder, uso de recursos del estado a su favor, sometimiento de los medios de comunicación, las falsas promesas, tal cual si fueran oposición y no tuvieran ya, más de 18 años en el poder, tiempo que sólo han empleado para destruir un país completo, y persecución de los funcionarios públicos, amén del chantaje a los panas de la tercera edad, la entrega de bolsas de comida a los más necesitados y otras migajas más.

Además de lo anterior, esta falsa democracia -dictadura militar-, juega a favor de la abstención como forma de minimizar lo que podría ser una derrota estrepitosa que le deje desnudo ante el mundo y revele el enorme rechazo de los venezolanos, a lo que lamentablemente, en opinión de este escribidor, contribuye a quienes han dado en llamar la oposición de la oposición.

El resultado, habrá de ser tenido en cuenta a los efectos de profundizar o menguar la presión internacional para restaurar la democracia

De manera que, ante tales circunstancias, toca asumir los errores cometidos, así como demostrar las bondades que nos brindaría el ganar de manera contundente la mayoría de las gobernaciones, tanto a lo interno como a lo externo.

A lo interno, el primer producto a lograr sería demostrar la proporción de la población que desea un cambio por la vía democrática, constitucional y pacífica, y en contraparte, lo insignificante del apoyo a la dictadura.

Asimismo, se lograría el control -gobierno- regional de las entidades, lo cual habría de permitir quitarles el poder político, económico y policial que hasta ahora han venido administrando, acabando en consecuencia con la corrupción, nichos de sostenimiento de ultrosos y hasta de grupos irregulares, la liberación, así como lo lee, la liberación del funcionariado público que todos sabemos se encuentra subyugados bajo amenazas de ser despedidos y hasta enjuiciados por delitos como traición a la patria, así como transformar la política de seguridad de los cuerpos policiales de esas entidades que hasta ahora se han dedicado a la persecución y represión de la sociedad civil, mientras el hampa crece en cantidad y maledicencia.

En suma, se estaría mermando la base apoyo de un régimen oprobioso.

En cuanto a las consecuencias externas, los resultados pueden ser determinantes a los efectos del apoyo internacional para restaurar la democracia en nuestra amada patria. Sin duda, que la proporción de votos a favor o en contra de los candidatos del régimen, además de servir de termómetro para constatar su apoyo, habrá de ser tenido en cuenta a los efectos de profundizar o menguar la presión internacional para restaurar la democracia.

Estas consideraciones esbozadas, y muy seguramente muchas otras de mayor explanación, deben servir para poner en la balanza el votar o no votar, además que de elegir la segunda -no votar- estaría respaldando al gobierno, pero hagamos un ejercicio breve. Supongamos por un momento que ellos obtengan mayoría de gobernaciones, y claro mayor número de votos a su favor, con lo cual mantendría el dominio de las regiones y la administración de sus recursos, a partir de lo cual ordenan al CNE convocar a elecciones presidenciales, piense ahora, tendría el régimen mayor o menor poder de incidir en tales resultados.

Todavía un molesto demócrata, podría alegar que es el mismo CNE corrupto que privilegia al gobierno comportándose tal cual ministerio electoral, olvidando, parece intencionalmente, que es el mismo con el que se ganó la Asamblea Nacional el 15 de diciembre de 2015 y por mayoría abrumadora. Ciertamente, el ministerio electoral habrá de hacer cualquier cantidad de triquiñuelas con las que intentaran estafarnos, lo que incluye la posibilidad de inhabilitar a nuestros candidatos, cambiar centros electorales y cerrar otros, desinformar y pare usted de contar, pero si somos más, nos organizamos y participamos, no habrá fuerza que nos detenga.

En suma, se estaría mermando la base apoyo de un régimen oprobioso

No está en otros, sino en nosotros cambiar esta realidad que nos agobia y el 15 de octubre es una oportunidad para dar un paso más.

@OrestesSalerno

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