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El gobierno turco dijo el lunes que está "dispuesto a estudiar" las críticas de la oposición con respecto a un polémico proyecto de ley que permitiría anular una condena por agresión sexual a un menor, si el acusado se casa con la víctima.
El texto en cuestión fue propuesto por el oficialista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y ha generado protestas en las calles y críticas de diferentes oenegés.
En sus primeras declaraciones sobre el tema, el presidente Recep Tayyip Erdogan pidió al gobierno que arregle "este problema con un espíritu de consenso amplio, que tome en cuenta las críticas y las recomendaciones de diferentes sectores de la sociedad".
La presentación de este proyecto de ley "suscitó numerosas reacciones, críticas y recomendaciones", reconoció Erdogan, citado por la agencia de prensa progobernamental Anadolu.
La ley permitiría suspender la condena de una persona culpable de agredir sexualmente a un menor antes del 11 de noviembre de 2016, si el acto se llevó a cabo sin "violencia, amenaza o cualquier otra forma de coacción" y si el agresor se casa con la víctima.
La medida sería aplicada una vez y de forma retroactiva.
La edad mínima legal para casarse en Turquía es de 17 años, con el consentimiento de los padres, pero muchos no respetan la ley y los matrimonios precoces siguen siendo frecuentes, sobre todo en el este del país.
El jueves, el Parlamento turco aprobó en un primer debate el texto, que será objeto de una segunda votación el martes. La medida podría afectar a unas 3.000 personas.
Antes de que Erdogan se pronunciara, el portavoz del gobierno Numan Kurtulmus había declarado que los partidos de oposición, la formación socialdemócrata (CHP) y la agrupación nacionalista MHP, tenían alguna propuesta, el gobierno estaba dispuesto a estudiarlas.
"Esto no es una amnistía", insistió este lunes Kurtulmus, especificando que este proyecto de ley no incluye la violación.
Muchas organizaciones de defensa de los derechos de los niños temen que esta ley pueda alentar la violencia sexual contra los menores, permitiendo que los agresores presionen a las familias para casarse con la víctima para así evitar la acción de la justicia.
Este lunes la Unicef y otras tres agencias de la ONU expresaron su "profunda preocupación" con respecto a este proyecto de ley, ya que afirmaron que en su forma actual, este texto "debilitaría la capacidad de Turquía de luchar contra las agresiones sexuales y los matrimonios precoces".