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Gran parte de los estudios que defienden la presencia de estos dispositivos en las aulas están financiados por empresas tecnológicas.
28/10/20104.- Steve Jobs dijo una vez: "Había llegado a pensar que la tecnología podría ayudar la educación. Probablemente haya encabezado esa creencia, siendo uno de los que más equipamientos tecnológicos haya regalado a colegios en todo el planeta. Pero llegué a la conclusión inevitable que el problema no es uno que la tecnología pueda esperar solucionar. Lo que no funciona con la educación no se arregla con la tecnología".
Llevamos mucho tiempo escuchando las bondades que puede tener la tecnología en el desarrollo intelectual de los más pequeños. No son pocos los colegios que presumen de ir sustituyendo los libros de texto por tablets, llevando a los padres a dudar de si el papel podría ser un freno para la mejor educación de sus hijos. Nada más lejos de la realidad.
Segúnla pedagoga Catherine L'Ecuyer (como recoge ABC), "lo poco que se sabe y se dice, es que hoy por hoy, no existe evidencia suficiente que avale los supuestos beneficios de los iPad en las aulas".
"Hoy, lo único que existe son estudios puntuales que no marcan tendencia a favor, la mayoría de ellos están financiados por empresas tecnológicas y, en muchos casos, carecen el rigor suficiente: ausencia de grupo de control, prejuicios en los parámetros estudiados, indicadores subjetivos ("gusta más a los profesores", "motiva más a los alumnos"), etc.", explica Larry Cuba, profesor Emérito de Educación de la Universidad de Stanford.
Es cierto que el uso de tablets en las aulas pueden tener una serie de beneficios, pero ningún argumento educativo, como puede ser el menor daño para el medioambiente o la reducción de peso en las mochilas de los estudiantes.
Para L'Ecuyer, el gran problema radica en los mitos populares; o neuromitos (como el de que sólo usamos una pequeña parte de nuestro cerebro): "Esos mitos, denunciados por la OCDE y debidos a una mala interpretación de la neurociencia, a menudo se ven aprovechados por la industria del sofware y del hardware que ven en el padre preocupado por la educación de sus hijos una atractiva oportunidad económica".
Los expertos coinciden no sólo en la falta de evidencias que demuestren los beneficios educativos de estas nuevas tecnologías en los más pequeños y, de hecho, alertan de los riesgos de la exposición de una mente inmadura frente a una pantalla, como "la incapacidad de filtrar lo relevante de lo irrelevante, el deficit effect (los niños pequeños aprenden mejor a través de una demostración en directo que de una demostración a través de la pantalla), la reducción del vocabulario en niños pequeños, la hiperactividad, la apatía...".
Al final, lo que hay que tener claro, es que, como también dijo Jobs, "los precedentes históricos nos enseñan que podemos convertirnos en seres humanos asombrosos sin la tecnología".
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