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Los países ricos sólo acogen un número "irrisorio" de refugiados sirios desplazados por la guerra, dejando una dura carga a los países vecinos que no disponen de medios, denunció este viernes Amnistía Internacional (AI), a menos de una semana de una conferencia de donadores en Ginebra.
La misma está prevista para el 9 de diciembre, y esta ONG de defensa de los Derechos Humanos se dice "shockeada" por el rechazo de los países ricos a acoger más refugiados.
"Casi 3, 8 millones de refugiados de Siria son acogidos principalmente por cinco países de la región: Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto", señala AI.
"Solamente 1, 7% de este total ha podido beneficiarse de asilo en el resto del mundo", destaca.
Amnistía considera como un "número irrisorio las plazas de reinstalación ofrecidas por la comunidad internacional", y además subraya que los Estados del Golfo Pérsico, Rusia y China no han propuesto ninguna.
Con excepción de Alemania, la Unión Europea (UE) en su conjunto no se ha comprometido a reinstalar más que al 0, 17% de los refugiados que se encuentran en los países vecinos de Siria.
"Este desequilibrio (...) es chocante", denuncia Sherif Elsayed Ali, jefe de la sección de refugiados y migrantes de AI.
"La ausencia total de compromiso por parte de los países del Golfo a favor de la reinstalación (de refugiados sirios) es particularmente vergonzosa", subraya el responsable.
"Los lazos lingüísticos y religiosos deberían ubicar al Golfo en primera línea entre los que ofrecen un abrigo seguro" a los refugiados, añade Amnistía Internacional.
- AI pide más asilo por parte de los ricos -
Deplora además que la acogida del mayor número de refugiados por parte de los países vecinos de Siria constituye una presión enorme para estos Estados, que no disponen de los medios para gestionar esta pesada carga.
AI dice que ha llamado a la reinstalación del 5% de los refugiados sirios de aquí hasta fines de 2015, y un 5% suplementario al año siguinte.
Esto permitiría la acogida de todos los casi 380.000 refugiados que la ONU identificó como elegibles para su reinstalación a causa de vulnerabilidades particulares en su situación, en particular niños huérfanos y sobrevivientes a la tortura.
"Los países no pueden limitarse a pagos (de dinero) en líquido para mantener la conciencia tranquila y lavarse las manos respecto a este asunto", estima Elsayed Ali. "Aquéllos que cuentan con los medios económicos deben jugar un papel más importante", añade.
El conflicto en Siria fue desencadenado en marzo de 2011 por la represión sangrienta de las manifestaciones antigubernamentales que degeneraron en una guerra civil, lo que provocó el desplazamiento dentro y fuera de fronteras de cerca de la mitad de la población del país.
Más de tres millones de personas huyeron del país, convirtiéndose en refugiados, en tanto que más de siete millones fueron desplazados en el interior de Siria.
Los refugiados se enfrentan a la pobreza, a problemas de salud y a tensiones crecientes con las comunidades locales de acogida, donde viven en estructuras precarias provisorias en condiciones extremadamente difíciles.