Se siembra el socialismo cuando es verdadero,

no se puede sembrar una falacia,

el socialismo no es temor,

no es grito,

es armonía,

sale de la tierra como una potencia,

regresa a la tierra como semilla,

Venezuela se arma hasta los dientes,

es tan sólo un parapeto de socialismo,

para que lo vean los pueblos de la tierra,

ejércitos marchando,

demostrando una disciplina

que no existe en la Nación,

que se vea una seguridad y confianza que no existe,

lo que hay es temor,

amenaza y ruido,

caos,

violencia,

desinformación,

Se siembra la semilla del socialismo,

cuando está lista,

se prepara con amor, dedicación,

sin presión, con cautela y conocimiento,

el socialismo es eminentemente democrático,

no se parece a cosa alguna,

lo deben realizar los pueblos,

no lucha por parecerse a nada conocido,

tiene sus leyes sociales vitales,

el socialismo es como un fluido,

tan sutil,

pero firme,

debe confiar en su gente,

en su pueblo,

primero debe ser el Venezolano el dueño de esa confianza,

ese debe ser el primer amor,

si fuera un socialismo real y no un socialismo virtual...

El socialismo debe estar alejado de dogmas,

no debe confundir sino enaltecer,

cambiar estructuras mentales y sociales,

incrustadas en lo más profundo del ser,

en la sociedad y la cultura,

por eso son peligrosos esos cambios,

cuando quienes los hacen no está preparados,

necesitan ellos mismos una transformación profunda,

unos maestros que se auto instruyan,

pero que se analicen profundamente,

tanto su comportamiento como su accionar,

El socialismo debe estar alejado de dogmas, no debe confundir sino enaltecer,

¿cómo se puede enseñar algo que no se siente?

Los Venezolanos vivimos atendidos por una madrastra,

que nos aparta,

nos envilece,

por 11 años nos han acostumbrado a ser manejados por otro pueblo,

una mente ajena,

es el tutor central que ordena desde lejos,

nos dice cómo actuar,

en lo político,

lo divino y lo humano,

¿somos libres verdaderamente?

¿sirvió el 19 de abril para independizarnos,

ser dueños de nuestro propio destino?

¿es este el verdadero camino,

ser tutoreados por Cuba eternamente?.

No aceptamos bases militares,

lo dicen nuestras leyes inscritas en nuestra conciencia social,

no podemos aceptar ningún imperio extranjero

manejando nuestros asuntos,

pero prácticamente todos estos convenios y cooperaciones internacionales,

lo que hacen es desvirtuar nuestro sentido de desarrollo,

lo que hacemos es comprar armas a Rusia,

alimentos a Brasil, Argentina, Ecuador, etc,

¿Qué pasa con nuestro proyecto?

¿acaso el único proyecto es activar todas las economías de nuestros vecinos,

a costa de nuestra dependencia total?

Tenemos una base militar activa desde siempre diciéndonos lo que debemos hacer,

¿es eso tener soberanía?

Mientras tanto, seguiremos viendo esos desfiles,

una demostración completamente burguesa,

anticuada,

monótona,

cansona,

mostrando los dientes al mundo,

pero observamos con terror que no los tenemos,

que es un simple desfile militar

para mostrar algo que no somos,