El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, ratificó hoy los esfuerzos mediadores de su país por evitar una escalada del conflicto en la región de Nagorny-Karabaj, diferendo territorial entre Armenia y Azerbaiyán, desde el pasado siglo.

Durante las conversaciones oficiales con su par armenio, Eduard Nalbandyan, Lavrov afirmó que Moscú no piensa ni siquiera en la posibilidad de que el contencioso en torno a Nagorny-Karabaj se deteriore hacia una "fase caliente".

Todos los esfuerzos de Rusia están enfilados a hallar una solución mutuamente aceptable para las partes tan pronto como sea posible, subrayó Lavrov en la rueda de prensa conjunta, en Moscú.

Expresó el ministro convicción en que pese a las retóricas nadie está interesado en una nueva escalada en el conflicto entre Erevan y Bakú, que estalló en 1988 tras proclamar la región autónoma de Karabaj su salida de la entonces república soviética de Azerbaiyán. Desde entonces persisten las escaramuzas en la zona de contención.

A su turno, el canciller armenio opinó que no existen alternativas al proceso negociador con mediación del Grupo de Minsk, y lamentó que Azerbaiyán rechace las propuestas a esa instancia para zanjar el contencioso por la vía pacífica.

Los cancilleres intercambiaron asimismo puntos de vista sobre la situación en general en la región de Trascaucasia y el desarrollo de las relaciones ruso-armenias, informó la agencia TASS.

El jefe de la diplomacia rusa ratificó la condición de aliado de Armenia y resaltó los lazos históricos, culturales y espirituales que unen a ambos pueblos.

Consideró Lavrov que los vínculos cobraron una nueva cualidad tras la adhesión de la exrepública soviética a la Unión Económica Euroasiática, el 2 de enero último.

Según fuentes diplomáticas, los cancilleres analizaron la próxima visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a Ereván, para asistir a las actividades relacionadas con el centenario del genocidio contra el pueblo armenio, considerado una tragedia nacional.

En Moscú, está programado un encuentro informal de los líderes de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) para el 8 de mayo y se espera que el grueso represente a sus países en los festejos por el 70 aniversario de la victoria sobre el fascismo.