¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Ciencia escriba una noticia?
Un equipo internacional de investigadores secuenció el genoma del café, revelando secretos sobre aromas y sabores de una de las bebidas excitantes más populares del mundo, abriendo el camino a nuevas variedades de mejor calidad y más resistentes.
Los resultados obtenidos "pueden ser un paso significativo hacia el mejoramiento del café", dijo Philippe Lashermes, investigador del Instituto francés de Investigación y Desarrollo.
Diariamente se consumen unos 2.250 millones de tasas de café en el mundo.
La industria del café emplea a 26 millones de personas en 52 países y las exportaciones de la bebida alcanzaron 15.400 millones de dólares en 2013, según la Organización internacional del café.
Los principales exportadores son Brasil, Colombia, Vietnam, Etiopía e Indonesia, así como los países centroamericanos.
Las plantas pueden ser atacadas por la roya, una plaga que afecta a la mitad de los arbustos de América Central, en la peor epidemia desde 1976.
El equipo secuenció el genoma de un tipo de planta de café conocida como Coffea canephora, que representa cerca de 30% de la producción mundial.
El otro tipo más consumido es Coffee arabica, de sabor menos ácido y menor tenor de cafeína que el C. canephora.
Los investigadores encontraron que el café tiene una amplia gama de enzimas, como la N-methyltransferases, que interviene en la producción de la cafeína.
Las enzimas de cafeína del café están más directamente relacionadas con otros genes de la planta del café que las enzimas de cafeína del té y el chocolate.
Los científicos afirman que esto probablemente signifique que la producción de cafeína se desarrolla independientemente en el café.
La información debe ser compartida y usada para fortalecer las plantas contra el cambio climático y las plagas, se afirma en un artículo que acompaña la investigación, escrito por Dani Zamir del Instituto de ciencia forestal y genética de la Universidad hebrea de Jerusalén.
"El desafío ahora es convertir estos nuevos genomas decodificados a nuevas y mejores herramientas para el cultivo de las plantas", señala Zamir.
"El peligro para la semilla de café debe ser un incentivo para todas las partes interesadas a fin de iniciar una colaboración internacional en proyectos de cultivos asistidos genómicamente y para la conservación de plasma genético con los países pobres exportadores de café".