¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Literatura En La Ciudad escriba una noticia?
El ganador del Premio Nacional de Literatura Aurelio Espinosa Pólit, edición 2015, categoría de ensayo, habla sobre su libroEstética de la indolencia. Foto: cortesía del autorEl ganador del Premio Nacional de Literatura Aurelio Espinosa Pólit, edición 2015, en la categoría de ensayo, fue el joven escritor quiteño Santiago Peña, con su obraEstética de la indolencia.Este premio es uno de los más importantes y antiguos de la literatura ecuatoriana, y durante las últimas cuatro décadas se ha convertido en una plataforma para visibilizar el trabajo innovador de destacados escritores nacionales en géneros como novela, cuento, poesía lírica, teatro y ensayo. Los jueces catalogaron al trabajo de Peña como original y sólido, "con estilo fluido y persuasivo".Para destacados literatos ecuatorianos, como Abdón Ubidia, Peña Bossano es "de lo mejor de los nuevos escritores" en el país.Estética de la indolenciaes "compleja y brillante, deja paso a múltiples opciones en la propuesta del sentido de la vida", Julio Pazos Barrera, miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.Con la curiosidad de conocer a este novel escritor, llego a su oficina de Kafka Escuela de Escritores, donde se desempeña como coordinador de talleres de escritura creativa.En medio de los libros que rodean la sala, responde a mis preguntas con mirada profunda y rostro serio.?¿Cómo fueron tus inicios como escritor??Siempre tuve un acercamiento al arte, desde muy niño. Yo pintaba y hacía cómics a los 6 años. Cuando avancé en edad, escribía para la novia de turno poesía de la mala, cada vez que me rompían el corazón.A los 15 años descubrí lo que significaba el arte a través de la música. Cinco años después ingresé al conservatorio, me gradué de técnico en guitarra clásica. Por el cruce de horarios con la universidad, no pude terminar esa carrera y busqué otros medios de expresión artística.Luego, en mis clases universitarias, tuve un acercamiento mucho más formal con las letras. Participé en varios talleres literarios, de muchos me echaban, a otros no volvía, y fui aprendiendo cosas de cada profesor, de cada maestro.Hasta que llegué a uno en especial, Juan Carlos Cucalón, que es mi maestro de escritura. Gracias a su mano fuerte y a su apoyo pude comenzar un camino de entendimiento, porque una vez que entiendes algo, ya el resto es forjar uno mismo su ruta.
El escritor confiesa que tuvo sus inicios artísticos en la pintura, el cómic, la escritura y la música. Foto: cortesía del autor?¿Y entre taller y taller en que quedó la música??Tengo proyectos de hacer música, ya no clásica sino "popular", pero no profesionalmente (risas). El géneroindieme gusta.?¿Qué te impulsa a escribir??Es una fuerza que te obliga a expulsar lo que tienes dentro. Es como cuando a tu hijo lo tienes 9 meses, y no lo puedes retener más y solo te queda dar a luz.En mi ensayo expongo que el poeta es una especie de receptáculo del mundo, y que tiene una visión particular con la que percibe los elementos. Eso hace interesante el estilo de cada quien.Entonces vas por la vida atento al crujido de una hoja, porque detrás de ese crujido puede estar tu mejor cuento. O miras las grietas de la vereda, porque justo estás escribiendo algo de eso. Para mí, la escritura llega casi como un ejercicio poético; en realidad, así debería ser siempre, no separar la narrativa de la poesía, sino que las ideas surjan con esa fuerza poética y que luego se expresen.Alguna vez me pasó una situación personal, que no se puede contar igual, porque como literatura no funciona o simplemente no tiene fuerza y, por tanto, resulta inverosímil.Hay que ver qué hay de interesante en esa situación. Esa emoción, esa sensación te llega porque es algo atrayente. Como los arquetipos de Platón, encuentras algo que puede funcionar para todos. Así se construye la literatura: una emoción arquetípica que se lleva a cualquier situación.?¿Qué te inspiró a escribir el ensayoEstética de la indolencia? ¿De qué se trata??Me inspiré en una serie de lecturas, unas reflexiones acerca de la vida, la poesía, la literatura sobre la condición del hombre. Yo creo en el hedonismo, pienso que de alguna manera este placer que encuentras en lo cotidiano, o en donde sea, es lo que da sentido a la vida.Mi ensayo trata sobre dos relatos: uno de Herman Melville, con su personaje Bartleby de "Bartleby el escribiente"; y el otro de Albert Camus, con su novelaEl extranjeroy su protagonista Meursault.Lo que propongo es que hay un momento de entendimiento superior de la naturaleza, el mundo, la poesía, el cosmos, de absolutamente todo, y que luego, cuando encuentras eso, es como entender la metáfora. Si entiendes una metáfora, si logras aprenderla, si sabes cómo funciona, puedes escribir "poesía".Es lo que este trabajo plantea, que basta con eso para sentirse feliz, y vivir una vida feliz haciendo poesía. El hombre como poesía, no como poeta; el hombre que patea basureros, no el hombre que cuenta sobre el que patea basureros. No soy el inventor de esto, de algo parecido habla Enrique Vila-Matas. Este ensayo está propuesto en poesía pura, en lo que sería el "Bartleby, el escribiente".
"Lo que propongo es que hay un momento de entendimiento superior de la naturaleza, el mundo, la poesía, el cosmos, de absolutamente todo, y que luego, cuando encuentras eso, es como entender la metáfora", dice Peña Bossanosobre su más reciente obra. Foto: Silvia Albuja?¿Qué sentiste al ganar el premio??Me sorprendió mucho, nunca pensé ganarlo. Yo lo veía muy lejano, porque lo han ganado reconocidos escritores ecuatorianos.Yo sé que hay un gran trabajo, quizá pudieran criticar algunas posturas filosóficas, pero no se debe dejar de lado el trabajo de escritura. No soy nada académico, por eso me sorprendió la designación de este premio.?Un mensaje para aquellos que se inician en el arte de contar historias.?El escritor tiene que ser primero un gran lector. Mientras más lees tienes mucho más conocimiento, más dominio del lenguaje y comprensión del ritmo. Se te va quedando como un filtro, como cuando usas un cedazo para colar el jugo; todo se te queda inconscientemente sobre lo que vas leyendo. Leer de todo, muchísimo, contemporáneos, clásicos, sociología, antropología, filosofía, etc.Aparte de eso, no puedo afirmar que sea bueno, pero a mí me funcionó asistir a talleres de escritura, y saber que cada semana tenía que escribir. El hábito de la escritura constante sirve mucho, aunque también puedes fracasar. A veces la vida te golpea contra el suelo, ganas un premio y pierdes veinte.En Ecuador hacen falta más artistas, muchísimos más, porque de los miles de fracasos saldrá uno que valga la pena. Yo no sé si sea un escritor, quién sabe si publicar un libro o ganar un premio sea suficiente para serlo.Santiago mira su reloj, en pocos minutos dará inicio a su clase, toma sus libros, se acomoda la bufanda y con voz afable se despide, me comenta brevemente que está terminando una novela y un libro de cuentos.Al salir del edificio siento que efectivamente este tímido joven quiteño, amante de los libros y entusiasta cuando habla de literatura, se consolida como un escritor que traerá nuevas sorpresas en el futuro.Preguntas rápidas¿Un lugar favorito?La reserva del Pululahua en Ecuador.¿Una calle para pasear?Embajadores en Madrid.¿Un libro recomendado?Poemas Humanos de César Vallejo.