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Algunos de ellos no dormían, otros se hacían los locos.
A muchos de mis amigos les preguntaba cuando asumirían su realidad y me pedirían el hacha que usó Jack Nicholson en "El Resplandor" y destrozarían ese closet. Algunos de ellos no dormían, otros se hacían los locos y vivían en función de las demás personas. Entonces, allí intervenía yo y me convertía en el amigo tipo ambulancia. Es decir, estabas mal y allí estaba yo. Querían risas y tenían las mias. Y así fue que en todo este proceso les comenté que para hacerlo más real, teníamos que sincerarnos. Que eso de tener un pie afuera del closet y el resto en plena oscuridad no servía para nada. Qué si ya no existía ni el muro de Berlin y menos las Torres Gemelas, que importaban las criticas. Total, sino estamos solos en esta cruzada. Todo esta sinceridad me trae a la memoria las vivencias de mi amigo Roberto, quien siempre me decía que en los encuentros familiares o de amigos, siempre le preguntaban lo mismo. De allí que inventó un manual o código que usabamos en todas las reuniones que involucraban a padres, amigos, representates y afines. Roberto me comentaba que en los bautizos la pregunta siempre era la misma. De allí que había una respuesta imaginaria para las mismas preguntas:
Pregunta: ¿Ummm, estás bonito, ya tienes una carrera, por cierto cuándo te casas?
Respuesta: Cuando legalicen el matrimonio entre el mismo sexo en este país?
Pregunta: ¿ Y tu pareja, no me digas que viniste solo?
Respuesta: ¡No¡ no vine solo. Vine con mi mejor amigo y resulta que tenemos cuatro años viviendo juntos y todos los saben pero se hacen los ciegos.
Pregunta: ¿Serás que eres muy independiente? ¿de mal humor? ¿ordenado? O no hay una que te aguante?
Mi familia al principio no saltó de la alegría
Respuesta: No. No y no tengo porque mi última relación con tu hijo fue un rotundo fracaso¡
Por supuesto, que mi familia al principio no saltó de la alegría con la noticia. Porque si en esta sociedad no hay la menor contemplación para una persona discapacitada, imaginense tener que asumir aquello de: "tenemos un hijo maricón" y aunque, gracias a Dios, la relación con mis padres es escelente, no deja de preocuparme el inicio de una frase lapidaria: !YA LO SABIA¡
!YA LO SABIA¡ El tenía algo rarito. Un colmillo flojo pués.
!YA LO SABIA¡ Me lo dijo la señora que lo crió. Cuando el tenía un mes de nacido y le noto algo feo.
!YA LO SABIA¡ Hace años. Es más cuando su mamá se hizo el ecosonograma, su posición fetal era muy dudosa.
!YA LO SABIA¡ Esa juntita con el Pedro, el hijo de la señora que le montó los cuernos a su esposo, por cierto, no era nada buena...
!YA LO SABIA¡ Señor... que hice yo para merecer esto ¡en que fallé!
Entonces resulta que todos los sabían menos yo. Era como si viviera en mundos paralelosy sobre la famosa frase: ¡en que fallé!, les diría que en nada. Uno simplemente escoge la vida que desea. Se acuesta con quien quiere y elige su sexualidad. Decides con quien quieres estar y con quien no. Buscas y buscas y no encuentras. Deseas pero no obtienes y cuando aparece, sabes que ese es. Simple verdad? pero es la manera en que a estas alturas, ya pasando los cuarenta, asumo mi realidad. Ojo, tampoco me van a marginar por mi condición sexual, porque si de algo estoy muy claro es que no importa lo que haga de la puerta de mi casa hacia adentro. Lo que importa es lo que haga como ser humano y en especial como hombre ¡Eso nadie me lo va a quitar! (continuará)
Total, sino estamos solos en esta cruzada