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La primera vez que un amigo decidió salir del closet fue de una manera brutal
Eso de ser o no se a muchos les cuesta, más aún cuando salir y enfrentar la realidad social, económica y sobre todo familiar es algo más que díficil. Sin embargo, y aquí empiezan los sin embargo, para salir del closet y no morir en el intento lo primero: "sincerarse". Por muy cuesta arriba que nos parezca, por muy imposible, por el bendito "que dirán" hay que hacerlo. Señoras y señores, la vida es para disfrutarla no para vivir en función de los demas. Algunos se preguntaran "¿pero cómo lo hago"? ¿a quién se lo cuento? ¡primero muerto que bañado en burlas¡ Y claro que es verdad, porque eso de salir y decir así no más: "hola mamá, hola papá, saben, si esperaban de mi un nieto o un matrimonio bonito, tendràn que comprarme un pasaje para Holanda", para muchos es algo completamente imposible. Y es que cuando abordamos el tema de la sexualidad, no hay formulas básicas que te permitan enfrentar tremenda responsabilidad ¿Qué hacer? Para quien les escribe, al principio fue respirar profundo y luego saber que "pa'lante es para allá".
La primera vez que un amigo decidió salir del closet fue de una manera brutal. Se levantó un día. Se reunió con sus padres y fue directo algrano: "estoy mal, no como, no duermo, mis relaciones estan escondidas y no soy feliz...quiero que sepan que soy gay". La reacción de sus padres fue lo que más le sorprendió. La mamá y el papá respondieron al unísono: "desde cuando las montañas son verdes. Contigo siempre sacabamos la cuenta y sabiamos que dos más dos eran cuatro". En pocas palabras, mi amigo se hacia cada noche un cuento de terror, horror y misterio; mientrás sus padres dormían placidamente, esperando que, algún día, esa puerta empezara a abrirse. Y es que si nos ponemos a buscar profundidades en este tema, la mayoria permacerá callado y aunque algunos se empeñan en mentir, otros se esconden, olimpicamente, en relaciones que incluyen esposas, hijos, casas, perritos, acciones en un club, un buen habano y pare usted de contar, quizás a ellos les funcione y de verdad me parece bien porque al final cada quien tiene la libertad de hacer lo que mejor le parece. Si le funciona perfecto. Al final esa vida siempre será su circo y meterá en esa carpa a todos los payasos que desee.
¡vivir¡ es la consigna
No pretendo satanizar, ni cuestionar la vida de cada quien. Miren que a mi me costó una bola y parte de la otra, no morir en el intento y aunque todos los días estoy con la sonrisa de oreja a oreja (tipo miss) a la espera de alguien, a veces siento que el tren pasa y no se detiene y a estas alturas del partido no quiero perderme ni siquiera el Eurostar. Lo que pasa es que perdí tanto tiempo pensando en lo que pensaban los demás, que los años siguieron y hoy, aunque nunca es tarde, solo me limito a disfrutar y vivir la vida cada segundo. Y aunque parezca una frase de Corin Tellado: ¡vivir¡ es la consigna. (continuará)