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Las hipotecas pueden hacerse realmente largas, llegando incluso a durar hasta 40 años. Pero una vez acabes de pagar tu casa podrás sacarle bastante partido e incluso podrás sacar cierto beneficio económico por ella. Te contamos cómo hacerlo
Aunque te hayas beneficiado de las mejores hipotecas del mercado, lo cierto es que pagar una casa es un trámite costoso y bastante largo, pudiendo durar incluso 40 años. Pero lo cierto es que cuando finalmente terminas de pagar tu vivienda, podrás aprovechar y sacar el máximo partido.
Si tienes tu vivienda pagada al 100%, tienes la posibilidad de conseguir un préstamo de hasta 500.000€ a través de un préstamo con garantía hipotecaria.
¿Qué son los préstamos con garantía hipotecaria?
Los préstamos con garantía hipotecaria son préstamos con aval de casa, es decir, se necesita aportar la garantía de pago de un inmueble para poder conseguirlos. Se trata de préstamos personales por los que se consigue cierto importe en función del valor de la propiedad que avale el crédito.
Es decir, según cuál sea la tasación de la casa el importe de este préstamo será mayor o menor. Generalmente el máximo que dan las entidades o los prestamistas privados en este tipo de créditos es de hasta el 40% sobre la tasación de la vivienda.
Requisitos para pedir un préstamo con garantía hipotecaria
La principal condición para poder acceder a un préstamo con garantía hipotecaria es aportar el aval de una vivienda o de una propiedad, aunque lo cierto es que se necesitan cumplir algunos requisitos más específicos:
Dos de las finalidades más comunes son invertir ese dinero para hacer reformas o para pagar los gastos de aceptación de herencia
Que la vivienda que actúe como aval esté totalmente pagada o que tenga al menos el 80% de la hipoteca pagada
Ser el propietario de la vivienda o tener consentimiento por escrito de los propietarios
Ser mayor de edad
Ser español o residir en España
Tener ingresos estables demostrables
¿Qué puedes hacer con el dinero que saques de tu casa?
Al pedir un préstamo con el aval de tu casa no tendrás que justificar su finalidad, ya que no es una de las grandes ventajas de estos créditos. Por tanto, podrás utilizar el dinero de este préstamo para lo qué necesites.
Muchas personas utilizan este tipo de crédito para pedirlo como un préstamo para reformas. Así, una vez ya tienen la casa pagada pueden conseguir dinero utilizandóla como aval y a la vez reinvertir este dinero en mejorar la vivienda.
Otra de las finalidades más comunes es usar este préstamo para aceptar una herencia. En ocasiones son muchos los costes que hay que asumir por tener una vivienda heredada; de esta manera se puede usar esta misma vivienda como aval y así conseguir la liquidez necesaria para pagar los gastos de herencia.