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La gravedad ante un escenario terrorista, nos lleva a nuevos desafíos
Aventis
Rusia y la Unión Europea, no pueden convertirse en centros de inestabilidad social por grupos, incentivados por el propio comunismo radical que, en combinación con el islamismo quebrantan el comercio y a la propia sociedad. Por otro lado, las disputas fronterizas no pueden ser un instrumento de ataque a las poblaciones de origen báltico, que residen a lo largo de toda una frontera.
Rusia, busca un liderazgo colectivo en el orden internacional actual, sobre la base del derecho internacional con sus normas y, busca una contemplación en el orden regional e internacional.
Pero, la gravedad ante un escenario terrorista, nos lleva a nuevos desafíos y, parte de ese problema europeo, quieren trasladarlo a Latinoamérica.
Es necesario, buscar un verdadero protagonista que alivie los conflictos étnicos en toda la Península Ibérica.
Como resultado de los procesos democratizadores conocidos también como revoluciones de colores, acaecidos en Estados que mantienen fronteras con Rusia, este país va quedando aislado geopolíticamente en su propia zona de influencia, que también era conocida como cercano extranjero, a la vez que se abren posibilidades a mediano y corto plazo para estos Estados de ingresar a las organizaciones de integración occidentales, tales como la OTAN y la UE. Como resultado inmediato de estas revoluciones de colores, se produce una mayor inestabilidad interna en esos Estados, pero lo más importante es que se ha logrado un distanciamiento de estos gobiernos19 en relación con la Federación Rusa, cuestión conveniente para las potencias occidentales, principalmente para el gobierno estadounidense. Desde 2005 se iniciaron las conversaciones para el ingreso de estos países a la OTAN, que cuentan con el apoyo irrestricto de los países ex socialistas de Europa del Este —ya miembros de la OTAN—, principalmente de Lituania, Letonia, Lituania y Polonia. El caso de Kirguistán sería la única excepción, pues el gobierno kirguizio, luego de la salida del presidente pro ruso Akayev, mantenía estrechas relaciones con Moscú, debido principalmente a la gran dependencia económica y militar que mantiene este país en relación con su poderoso vecino.
La política del Kremlin hacia Beijing ha resultado asertiva al afianzar el papel de Moscú en la región asiática y demostrar a las potencias occidentales que posee otras alternativas de asociaciones ventajosas. Se están cumpliendo los objetivos del gobierno ruso de acercarse cada vez más a China en el terreno de la construcción de oleoductos y gasoductos. Moscú mantiene, estrecha y prioriza sus vínculos con Beijing en la región asiática, pero no debería descuidar sus relaciones con las otras potencias asiáticas, para evitar un mayor alineamiento de estos países con Estados Unidos. Dentro de la élite política, económica y militar rusa existen tanto detractores como entusiastas partidarios de un mayor estrechamiento de los vínculos con Beijing.
Tendremos que ver, cual será la tónica y la postura belicista de Rusia, EEUU y China
Sin embargo, el gobierno ruso debería buscar un balance a sus nexos con China y diversificar su política exterior en la región asiática para no descuidar a otros actores regionales importantes que también le podrían reportar ventajas en el orden de las inversiones, tecnología y comercio. Asimismo, para Rusia es tan importante establecer unas relaciones amistosas, equitativas y balanceadas con China como mantener sus relaciones pragmáticas con Estados Unidos y Occidente. Rusia podría convertirse en el puente geopolítico que acercase a Europa y la región de Asia Pacífico, para de tal forma intentar afianzar la estabilidad del nuevo y aún incipiente sistema multipolar de las relaciones internacionales en el escenario global
Pero, ahora la mirada es hacia el Sur, un país en la Cuenca del Caribe, Venezuela.
Las ventajas geográficas y geopolíticas de este país, la complementariedad económica existente entre sus Estados Federados, la riqueza de sus recursos naturales, su amplio mercado, la tradición histórica de sus vínculos bilaterales, la similitud en asuntos de su política interna tales como las cuestiones de la integridad territorial o los derechos humanos, las tareas y objetivos similares de sus respectivas reformas económicas internas y la necesidad común de lograr un escenario internacional balanceado y estable en el que no predomine ningún poder hegemónico por parte de ningún Estado, constituyen factores que lejos de distanciarla la hacen atractiva a Rusia y los Estados Unidos de Norteamérica,
Tendremos que ver, cual será la tónica y la postura belicista de Rusia, EEUU y China. Hay muchos dólares de por medio y malas negociaciones, aunado a un presidente que desea perpetuarse en el poder, aunque hay un compromiso claro, nadie fuerte y con liderazgo propio quiso contender con el presidente elegido, Nicolás Maduro Moros
Tanto Rusia como China estarán alertas al desenvolvimiento de los vínculos de cada una de las partes con la Casa Blanca. De mantenerse las tendencias de aislamiento y rechazo por parte del gobierno estadounidense hacia el Kremlin, este último se podría inclinar a reconocer en China a un socio de mayor confianza y conveniencia.
Ahora la mirada es hacia el Sur, un país en la Cuenca del Caribe, Venezuela