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"Tenemos que romper con los paradigmas de que lo que hacíamos en el museo estaba bien hecho todos nos hemos ido dando cuenta que hay posibilidades de entender al museo como un medio y mientras podamos explorar más ese medio podremos mejorar", así se expresa el mexicano Rodrigo Witker Barra, quien se encuentra en nuestro país dictando el curso Construcción de discursos museográficos, el cual organiza el Gobierno Bolivariano a través del Ministerio del Poder Popular para la Cultura y el Sistema Nacional de Museos, desde este martes 30 de julio hasta este viernes 3 de agosto en la Biblioteca del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, en Parque Central, Caracas, de 9:00 am a 4:30 pm.
Dirigido a unos 30 participantes aproximadamente, el objetivo del referido curso "es actualizar los conocimientos que la gente tiene sobre museografía, específicamente sobre los procesos de construcción de discurso en los museos, ya sea para crear museos como para hacer exposiciones museográficas", como nos explica este especialista azteca.
A su juicio, podemos hablar de un nuevo lenguaje de los museos signado por la valoración patrimonial donde estos entes "han pasado de ser una institución tradicionalista a un elemento de vanguardia, en el sentido que ya dejó de ser aquel lugar donde se guardaban los objetos del pasado, los objetos viejos para transformarse en un elemento de turismo de valoración, de patrimonio, de conciencia, de valoración de tu pasado para entender lo que hemos sido y qué podemos ser, para entender que el patrimonio no es lo viejo, sino que es lo que nos identifica, nos caracteriza, nos hace diferentes de otras culturas".
Opina que son muchas las aristas que implican la ruptura de paradigmas en el universo de los museos. Una de ellas es la que está inmersa en el público joven, al respecto explica: "el joven se está dando cuenta que el museo deja de ser el aparato viejo para convertirse en una competencia real" de la misma manera en este proceso habla de la gente que trabaja en los museos "tienen que darse cuenta que deben hacerlo tan atractivo como el cine, como el teatro y como cualquier otra manifestación cultural". Añade "que el museo guarda valores y que de a poco se vaya dando cuenta que hay ciertas prácticas que hay que ir cambiando por ejemplo prácticas represivas como el No toque, no corra, no se mueva, no respire, no, no, no siempre será el no." "Nos estamos dando cuenta que se puede integrar y ofrecer otras alternativas donde la gente pueda hacer: SI a tocar, sí a participar, sí a integrarlo como una cotidianidad cultural, parte de la educación que todos tenemos que tener".
Sobre la tendencia que están acogiendo algunos museos de Latinoamérica de extender sus horarios hasta la noche argumenta: "es una actitud necesaria que tienen que tener estas instituciones actualmente" y añade "es darse cuenta que como parte de la oferta cultural tienen que adaptarse a las condiciones de los usuarios, eso significa que no pueden estar abiertos solo a las horas en que la gente está trabajando".
El experto azteca ilustra esto diciendo "hasta los supermercados abren en horas más convenientes para que la gente pueda ir". Dice que en México se "está adoptando la idea de la noche de museos, entonces cada semana hay actividades y se conforma un programa cultural en el cual hay conferencias, visitas, películas, conciertos. La idea es abrir las puertas del museo para que la gente lo pueda disfrutar y pueda ser más cómodo más agradable, la relación de lo contenido en el museo con la cotidianidad del público".
Hace unos años Witker Barra, estuvo en nuestro país dando clases en la maestría de museología de la Facultad de Arquitectura en la UCV, "guardo gratos recuerdos, tuve excelentes alumnos". Sobre los participantes que integran el curso Construcción de discursos museográficos dice "veo a la gente muy entusiasmada y participativa y creo que toda la información que les pueda dar apunta a que ellos se den cuenta que hay otras experiencias que les pueden ayudar, sugerir, permitir e identificar algunos de los procedimientos que se tienen en la vida cotidiana de los museos". En esta oportunidad solo está de visita dictando el curso, tiempo en el cual ya acudió a la Galería de Arte Nacional, "Me pareció formidable, tiene unos espacios amplios".
Reitera que cada país tiene sus propias complicaciones y se adapta a sus propias condiciones, y afirma "creo que debemos entender que el museo es un impulsor de la cultura, que nos demos cuenta que requiere un tratamiento especial, formación, capacitación, proyección, mucho más gente y que el intercambio de experiencias nos puede ayudar mucho".
Rodrigo Witker Barra, es magister en museología en la Universidad Iberoamericana, mención honorífica; Premio Miguel Covarrubias 2004 por su tesis de postgrado "Memoria museológica mexicana: el proyecto del Museo de Arocena", docente de la Casa LAMM y en la Escuela Nacional de Conservación Restauración y Museología, ECRYM, igualmente se desempeña en el Museo de Arocena, México.
Fuente: Teresa Quilez.