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La migración, es un mundo de causalidades ocasionada por la incertidumbre Teofisíca y política de enclaves ideológicos que se esconden en el marxismo
El Reloj del Tiempo
La migración de capitales ocurrentes es muy fácil de detectar en Latinoamérica y se ven agrupados en consorcios para consolidar una economía especulativa, donde los amantes del neoliberalismo fundamentalista migran continuamente para obtener más benéficios a despecho del pueblo que busca una estabilidad para su clan familiar. Esto, ha generado la imposibilidad de estabilizar la globalización. En el período 1989-2007, se produjeron dos grandes crisis económicas que indicaron que el mundo era demasiado grande, diverso y desigual como para poder aplicarse un neoliberalismo globalizador. La llegada de Trump al poder y la guerra comercial iniciada con China, indican la inviabilidad a medio plazo de esta concepción que, sin embargo, está apoyada todavía por la mayor parte de clases políticas occidentales que intentan evitar un choque frontal contra el poder del capital especulativo y han renunciado a cualquier forma de reformas sociales, optando por promover técnicas de “entertaintment” y demás formas de narcosis social, por una parte, y por otra, han introducido falsos señuelos para movilizar a sectores inquietos de la población (ideologías de género, aplicando en Occidente temáticas creadas en el laboratorio ideológico de la UNESCO.
Es una forma extrema de optimismo científico-filosófico. La idea básica es que la evolución de la humanidad todavía no ha terminado y que sigue adelante: el ser humano puede superar su condición mediante las técnicas introducidas por la “cuarta revolución industrial” y las ciencias de vanguardia que la acompañan: nanotecnología, criogenia, inteligencia artificial, ingeniería genética, robótica, etc. La doctrina transhumanista establece que la revolución tecnológica en ciernes, supondrá un salto cualitativo de la humanidad en la escala evolutiva y necesitará, por tanto, una redefinición de conceptos y valores, adaptados a la nueva época: nada de los valores de los que hemos vivido hasta ahora, servirán en los próximos años. Todo, incluida la “vida”, deberá ser reexaminado en la medida en que existe la posibilidad de vida “trans-biológica”. En todos los sectores transhumanistas se piensa que la inmortalidad está al alcance de la mano y que el ser humano del futuro podrá prolongar su vida más allá de los límites biológicos actuales mediante prótesis e implantes (conformando cyborgs: organismos cibernéticos), realizar volcados de su mente en la “nube”, interconexión entre el cerebro y las redes informáticas, máquinas pensantes que superarán al ser humano, gestación in vitro con modificación de genes bajo demanda.
Su distintivo es: “H+”. La ideología estaba en su germen en el entorno que rodeó a Darwin (junto con los Galton y los Huxley) y su primera concreción fueron las concepciones eugenésicas que nacieron en Inglaterra. Aparecieron en Rusia defensores de ideas similares (el movimiento cosmista de Fëdorov, y su derivación, los “constructores de dios”), que influyeron en la cultura rusa del primer novecientos y luego durante el período leninista posterior a la revolución. En Alemania esta misma influencia se nota en el movimiento estético-cinematográfico expresionista (en películas como Metrópolis o Una mujer en la Luna). El padre Teilhard de Chardin extrajo de los cosmistas la idea de la “noósfera” o “esfera del pensamiento” y describió en términos católico el destino de la evolución: alcanzar el Punto Omega en el que la totalidad de la especie humana se identifica con Cristo. Pero fue en los años 90 en los que, después de los relatos cyberpunk, algunos especialistas en “prospectiva” empezaron a definir cómo sería el mundo cuando la “cuarta revolución industrial” logre sus realizaciones.
Hay un gran movimientoreligioso- cuántico para tratar los problemas del planeta y conducirnos a la visión de que el crecimiento energético debe ser sostenible y, para esto, se necesita una tendencia mistica con el fin de unificar el mundo bajo un solo pensamiento cristico como económico. Así que las religiones, razas, lenguas y culturas, deben estar bajo una sola dominación común y, para esto, cerca de la ONU hay un templo para tratar esos temas, precisamente, en uno de sus edificios de Manhattan, llamado ironicamente, sala de meditación.
El desarrollo de las “ciencias de vanguardia” permite pensar que hacia el 2030 se habrá conseguido conectar el cerebro humano con las redes informáticas. En el 2050, la Ley de Moore (que establece que desde los años 60 la capacidad de memoria, entonces de los transistores y hoy de los microprocesadores, se duplicada cada dos año), permite pensar que la Inteligencia Artificial habrá creado ordenadores capaces de programarse a sí mismos y tener conciencia de sí (lo que esos medios conocen como “la singularidad”).
Es la tendencia que aspira a generar los valores de la nueva era tecnológica para que respondan a sus logros. Pretende responder a la cuestión de cuál será la postura correcta cuando entre 2030 y 2050 el mundo haya sufrido un cambio radical con la introducción de la robótica, los organismos cibernéticos, la prolongación de la vida, etc. Se concentra en torno a la Asociación Transhumanista Mundial. Pero, se necesita tambien el control del dinero público. Es la forma extrema de optimismo científico tecnológico. Augura que el futuro es de las máquinas, pero que nosotros mismos podemos volcar nuestra mente (y por tanto, toda nuestra personalidad) en la “nube” y subsistir allí a voluntad, generando vivencias y pensamientos.
Ahora, esto ha traido una preocupación porque los presidentes de las Repúblicas anexas a la ONU desean eternizarse en el poder y manipular mediante el piopulismo, nuestras conciencias.
En el mundo del entertaintment esta tendencia, sin duda, es la más pujante. Pero, sobre todo, el transhumanismo tiene mayor influencia en las grandes fortunas creadas al calor de Silycon Valley que suelen invertir sus excedentes de capital en proyectos -en ocasiones quiméricos- presentados por científicos transhumanistas (anualmente se invierten 60- 80.000 millones de dólares procedentes de estos medios, para estudiar la posibilidad de prolongar la vida humana). Sin embargo, es precisamente en el mundo de la cultura pop en donde el transhumanismo es objeto de una viva crítica y ha dado lugar a distintas distopías. La componente científica es, desde luego, la que más énfasis pone en sus trabajos y la que está obteniendo éxitos más notables que se plasmarán en la próxima década (especialmente en el terreno de la robótica, la nanotecnología y de la ingeniería genética). En la actualidad, la clase política permanece de espaldas al fenómeno transhumanista, no termina de entenderlo, ni percibe en la posibilidad de que cambie los pilares del parlamentarismo o de la democracia tal como se la entiende hoy.
Debemos tener una visión futurista de nuestra realidad
El pensamiento de Teilhard de Chardin, por ejemplo, está presente en la ideología de la “new age”, pero también es una de las bases del transhumanismo.- Existen objetivos comunes entre el neoliberalismo que aspira a una desregularización total de la economía y los científicos transhumanistas que quieren libertad de investigación sin cortapisas éticas ni morales.- La ideología de la UNESCO se superpone en muchos puntos con la del neoliberalismo: no en vano, nunca ha cuestionado los fundamentos del Fondo Monetario Internacional, uno de los arietes de las de éste.- Algunas sugestiones de la “new age” se encuentran presentes en el transhumanismo y en las bases de la UNESCO: la sensación de que estamos ante una nueva fase de la humanidad, una especie de mutación global y ninguno de los valores tradicionales sobrevivirá.- Los “libertarianos” están cerca del “objetivismo” y éste contiene fronteras comunes con criterios “transhumanistas” (de hecho, en estos medios de los EEUU se repite la frase: “si el dinero es tu meta, el transhumanismo es tu ideología”).
Una idea se ha afirmado a partir de la “ideología de las luces” del siglo XVIII: la de que la humanidad sigue un progreso indefinido. La nueva trinidad que comparten estas cuatro corrientes es que el “progresismo” es el Padre, el “evolucionismo” el Hijo y el Espíritu Santo está por llegar (será el transhumanista para unos, la economía mundial globalizada para otros, la “unificación mundial” o la utopía humanista-universalista). Hasta ahora, este progreso ha sido lineal, pero, a partir de ahora, adoptará la forma de una curva asindótica. En cualquier caso, el progreso tiene como inevitable y siempre positivo. Cabría definirlas como distintas formas de “titanismo”
Todo lo anterior implica una visión optimista del futuro. Todas estas corrientes nos dicen que la Utopía es posible y que estamos por alcanzarla. Ninguna de ellas cuestiona, en ningún caso la idea del progreso, ni las posibilidades ilimitadas de la ciencia.
En cualquier caso, podemos establecer cinco pautas comunes : 1) Visión ultra progresista del mundo: 2) Percepción extremadamente optimista del futuro3) Formas extremas de humanismo universalista: Estas ideas no son nuevas, sino solamente suponen distintas aplicaciones de ideas ya existentes desde el siglo XVIII. Ninguna de ellas ataca directamente ninguno de los valores establecidos desde la Revolución Francesa: de hecho, lo que hacen es garantizar que serán ellas las que llevarán a la práctica los ideales de libertad, igualdad y fraternidad. No hay ningún elemento ideológico nuevo. Sino la afirmación de que lo fracasado en las revoluciones liberales, lo que fracasó en las revoluciones marxistas, lo que ha fracasado en la “nueva izquierda” reiteradamente desde mayo del 68, hasta el “movimiento de los indignados”, ellos lo harán triunfar. 4) Decepción e incomprensión por la naturaleza humana: En esta tendencia se respira la misma decepción por lo humano que no logra realizar completamente la idea de progreso y de igualdad. El ser humano es algo que debe ser superado (transhumanismo), rectificado (UNESCO), sanado (new age), o simplemente satisfecho en sus necesidades básicas y adormecido (neoliberalismo).
En todas estas corrientes está presente lo que podríamos llamar “el elemento problemático”. Ya ocurrió en el viejo marxismo autopresentado como una forma de racionalidad extrema pero que terminaba apelando a los impulsos irracionales y a los instintos más bajos de venganza social, resentimiento de clase, desembocando -como antes había hecho el positivismo de Comte- en una forma de “contra religión”, una especie de religión invertida, que contenía elementos seudomísticos (el culto al libro sagrado -el Manifiesto Comunista-, su clase sacerdotal -los funcionarios del Komintern o los “aparatchiks”- los símbolos rituales -hoz y martillo, estrella y bandera roja, los rostros de los fundadores- que, junto con los cánticos -la Internacional- estaban presentes en los rituales colectivos de masas desarrolladas en fechas concretas y celebraciones (1º de mayo, la Fiesta del partido, el Día de la República, la celebración de la revolución de octubre, etc.), con sus letanías y sus catecismos simplistas, todo lo cual eran recursos muy alejados del racionalismo proclamado. Así mismo, también en estas corrientes de la postmodernidad, detrás de un afán de racionalidad, vemos los innegables despuntes de la irracionalidad en la presencia de antiguas tesis ocultistas (el neo-teosofismo en la ideología de la UNESCO, la presencia del misticismo más bastardizado procedente de Oriente, pero también de componentes propiamente ocultistas y de la vieja masonería crepuscular, que están igualmente presentes en los orígenes del transhumanismo y toman la forma de “grupos de presión” y “sociedades discretas” en el neocapitalismo .
De algo podemos estar seguros: el futuro no será como lo define ninguna de estas corrientes. Sería un error pensar que todas estas corrientes están perfectamente definidas y que tienen unos contornos nítidos.
La aplicación de las tesis multiculturalistas de la UNESCO generará, inevitablemente, en Europa, a la vuelta de pocas décadas y antes que las técnicas de narcosis social puedan imponerse por completo, llevará a la guerra étnica de la que ya estamos viviendo los primeros despuntes. Tenemos las oleadas de africanos huyendo hacia Europa por el Mar Mediterráneo, Los habitantes de Centroamérica migrando a EE.UU y los venezolanos huyendo hacia Ecuador, Colombia, Perú, Argentina y Chile. Es la respuesta de las dictaduras presidenciales bajo la sombra del poder militar con un Consejo Electoral de manpara, todo es un engaño perceptible, mientras la Ciencia avanza vertiginosamente hacia la robótica y ya no habrá dinero efectivo, todo sera mecanizado mediante tarjetas y robots.