La dimisión de la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, después de sólo seis semanas en el cargo es una confirmación más del desarrollo de una crisis fundamental del gobierno de clase en Gran Bretaña. Una situación revolucionaria, como han explicado los marxistas, surge cuando la clase dominante no puede gobernar a la vieja usanza.

El exministro de finanzas Rishi Sunak fue elegido para convertirse en el próximo primer ministro de Gran Bretaña, la tercera persona en asumir el cargo este año con la esperanza de calmar los caos políticos y económicos que dejó el breve mandato de Liz Truss, después de que reemplazó a Boris Johnson.

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