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Ntes que nada, es mi obligación aclarar que Riddick no es una película para cualquiera. No porque haya una élite de personas importantes y únicas que vayan a entender su mensaje, sino porque no se trata de ciencia ficción y acción normal. Es, a mi parecer, lo que cálidamente llamo una película "bardera" (de esas que tienen mucha acción desmedida, como podría ser "Expendables", por ejemplo, aunque esta busca ser más sobria). El héroe -antihéroe, en realidad- sabe lo que hace, se banca todo, pelea como los dioses, es un mala onda total y participa en escenas que una persona que no gusta de este tipo de films exclamaría a viva voz: "¡Pará un poco, exagerado!". Seguido, aclaro que a mí esa clase de películas me entretienen muchísimo, me descontracturan de la vida diaria, así que disfruté bastante esta nueva entrega del pelado de ojos locos, personaje que me gusta desde su primer film, allá por el año 2000.
Las Crónicas de Riddick, hasta el día de hoy, se componen de tres películas. La primera, "Pitch Black", como decía anteriormente estrenada en el año 2000, empezaba a relatar la historia de este personaje. Lo que sabíamos hasta ese momento era que el tipo era un asesino salvaje, convicto, buscado (con jugosas recompensas en juego), quien iba preso en la nave Hunter-Gratzner, que sufre un accidente al pasar a través de un cometa. A raíz de ese accidente, varios de los tripulantes mueren y sus supervivientes -entre ellos Riddick-, terminan en un extraño planeta donde viven unas criaturas aladas un tanto particulares. Dicho planeta tenía dos soles, por lo que nunca se hacía de noche, pero tuvieron la mala suerte de caer ahí justo cuando se estaba por dar un eclipse, lo que les brindaría a esas criaturas la oscuridad suficiente para salir de caza. En esas condiciones, la habilidad de Riddick de poder ver en la oscuridad gracias a sus ojos modificados, es la que va a marcarles la diferencia entre morirse masticados por los bicharracos esos, y sobrevivir.
La segunda película, "The Chronicles of Riddick", estrenada en el año 2004, se sitúa unos 5 años en el tiempo desde la anterior. En esta ocasión, Riddick sigue prófugo, y vuelve a reencontrarse con uno de los supervivientes de Hunter-Gratzner. Una vez reunidos, se entera que es parte de una profecía, en la que se dice que un furyano (la raza a la que él pertenece y, de hecho, único superviviente de la misma) será quien liberará al universo de los Necromongers, una raza de no-muertos que van por la vida conquistando planetas a granel.
La crítica no fue muy amable con ésta última, y debo decir que llevan algo de razón. Visualmente son muy diferentes, y si bien tiene un par de partes que están muy buenas, es como que se desvirtuó un poco la historia del personaje. En algunos momentos parece un pochoclo el argumento, no paraba de aparecer información. Habiendo tenido una primera tan buena (para quien gusta de este tipo de cine "Clase B", porque no fue un estreno con bombos y platillos), digamos que esta secuela quedó como una decepción, si bien no fue un bodrio insufrible, no llegó a dar lo que había dado la anterior.
Y llegamos a este año, con el estreno de la flamante "Riddick" a secas, que continúa con la trama de las anteriores. En esencia se siente un retorno más cercano a Pitch Black que a la otra, con el Riddick que conocimos y quisimos desde el primer momento. Vuelve a ser ese acechador (todavía buscado tanto por la justicia como por cazarrecompensas), que se maneja en la oscuridad como si fuera su mejor amiga, y que termina de alguna forma riéndose en la cara de quienes intentan atraparlo. Además, en ese planeta donde se encuentra sólo (excepto por la compañía de los tantos extraterrestres que lo habitan), aprende a sobrevivir y empieza a conocerle sus "mañas", algo que le juega muy a favor para cuando llegan los grupos de humanos que quieren capturarlo, quienes nada saben de ese lugar. Tiene unas escenas de acción muy buenas, la ambientación vuelve a tener ese toque oscuro que tanto se supo apreciar, y al antihéroe le añadieron algunos elementos que lo volvieron un poco más humano de lo que estábamos acostumbrados a ver. Pero no fueron cosas absurdas, la verdad le dieron un buen retoque al furyano. Es realmente una película pochoclera, entretenida, que no decae en ningún momento ni aburre. Lo único que me pareció un tanto "triste" fue el final, sin ánimo de spoilear nada, no me cerró del todo. Pero en fin, no fue tan terrible, y la verdad es que en su totalidad el film está más que bien.
Claramente estamos en presencia de unas de esas franquicias interminables que van a sacar el jugo hasta que ya no dé para más, no sólo con películas sino también con cortos y videojuegos. De esto último, hasta ahora hay dos: "The Chronicles of Riddick: Escape from Butcher Bay", y "The Chronicles of Riddick: Assault on Dark Athena". Ambos juegos fueron lanzados por Starbreeze Studios y cuentan incluso con la participación de Vin Diesel para la voz de Riddick. Bastante bien recibidos por el público en general (especialmente el primero), ambos se sitúan históricamente antes de Pitch Black, contándonos un poco más acerca del pasado de este personaje.
No nos queda más que esperar por la próxima entrega, en el formato que sea, para saciar nuestra necesidad de Riddick.