‘El Cuñado’ se erigió como el shortstop titular de La Guaira a punta de batazos

VÃ�CTOR DAVID MELO ZURITA | EL UNIVERSAL A Renny Osuna ya nadie lo llama por su nombre o apellido; todos lo conocen como ‘el Cuñado’, la manera en la que es presentado en el estadio y circuito radial al momento de consumir turno al bate.

‘Es un apodo familiar que se hizo público’, suelta con una sonrisa el infielder criollo de los Tiburones de La Guaira. ‘Me agrada que me llamen así’.

El sobrenombre tiene su origen en la esposa de Osuna, Mary, que es la hermana de Atilano Hidalgo Peña, el anunciador del equipo en el Universitario y voz comercial en radio.

Hidalgo se ha erigido como un ídolo de la afición por su peculiar modo de animar desde el sonido interno de la UCV y además es moderador en el programa de televisión oficial de los salados, por lo que no pasa inadvertido entre los parciales de La Guaira. Cada vez que Osuna consume turno al bate lo llama ‘el Cuñado’.

Por estos días y contra todo pronóstico lo presenta a diario.

‘Al principio de la temporada tenía la esperanza de poder jugar más que en años anteriores, pero no pensé que iba a estar en play todos los días en diciembre, y mucho menos en el campocorto’, confiesa Osuna con toda razón, pues pertenece a un club que tiene talento de sobra para cubrir las posiciones del infield.

Recuérdese que desde el principio de la campaña La Guaira contó con los grandeligas Rainer Olmedo y Eduardo Escobar; junto al prospecto Ehire Adrianza y el elegante Miguel Rojas; este último perteneciente al Todos Estrellas de la pasada Serie del Caribe.

Pero las circunstancias dejaron que Osuna se colara por la baranda para ser inscrito a diario en el lineup.

Escobar fue canjeado a los Caribes, Rojas cometió algunas pifias defensivas y Adrianza se lesionó; mientras que Renny exhibió un guante seguro y una tórrida producción con el bate al momento de recibir una oportunidad.

De hecho, Osuna fue capaz de

conectar 11 hits en 17 turnos al bate (.647) con siete empujadas y dos jonrones para atornillarse al lineup titular a finales de noviembre. ‘Así es que se gana un puesto’, dice el manager Marco Davalillo acerca del pelotero que antes del juego de ayer ligaba para .353 en 26 juegos, su mayor cantidad de partidos desde que participó en 46 durante la campaña de 2009-10. También acumulaba siete estafas en ocho intentos.

‘Siempre me he destacado por mi velocidad, tanto aquí como en EEUU. He trabajado duro para conocer los movimientos de los pitchers, para tomar un buen salto’, describe el mismo que el año pasado solo pudo consumir 30 turnos con los escualos. ‘La velocidad es un aspecto que debo explotar en mi juego para aprovechar al máximo la oportunidad que se me está dando. En este equipo hay buenos infielders que hicieron un buen trabajo el año pasado’.

Osuna observó desde la barrera en enero pasado la primera final de los Tiburones en 25 años. ‘Espero que vengan muchas más y tener la oportunidad de estar en el terreno en ellas’, anhela ‘el Cuñado’.