¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Matpaz escriba una noticia?
Nota de opinión sobre las luchas revolucionarias en países con clases gobernantes que las apoyan
La rebeldía es una característica que la humanidad ha demostrado a lo largo de la historia. A pesar de que no siempre es una característica positiva, siempre es una oposición a la autoridad. Si bien puede tener diferentes formas, está oposición es fundamental para su definición. No existe rebeldía funcional a la autoridad, muy a pesar de que cataloguen su ideología como una lucha. Por mucha militancia, protesta y ataque que se haga a los opositores ¿Hay rebeldía si está es contra una minoría ideológica, mientras se defiende a la oligarquía política? En mi opinión, muy a pesar del sentimiento de “lucha rebelde”, no existe ningún rastro de rebeldía si se lucha a favor de quien gobierna.
En sí, el objetivo de una revolución es quitar al gobernante del momento para establecer una nueva idea, forma o persona en el gobierno. La realidad es que hoy, y siempre, la revolución la practican, por así decirlo, los opositores. Porque, en mi opinión, para que exista una revolución tiene que haber, necesariamente, oposición. Podes llamarte populista, socialista, marxista, etc. Pero la realidad es que las palabras que menos te definen son rebelde o revolucionario. A pesar del sentimentalismo puesto en una “rebeldía oficialista”, lo único que se demuestra, una vez más, es una negación a la realidad. Uno no puede considerarse rebelde si, en el uso de la democracia, vota por quien lleva en el poder casi 2 décadas.
Es realmente increíble, pero en la actualidad, a pesar de los avances científicos, se busca negar la realidad. Una persona llega a negar obviedades, cosas aprendidas desde la primera infancia. Esta negación formada por el fanatismo se basa únicamente en puro sentimentalismo. Uno es rebelde porque se siente rebelde, uno es revolucionario porque apoya al Che Guevara, a pesar de la ridiculez que implica el simple hecho de que un personaje tan nefasto como el Che sabía que la revolución es una lucha opositora. A pesar de sentirse revolucionario, no se es tal si se apoya un gobierno que defiende las dictaduras de Venezuela y Cuba.
En resumen, los rebeldes argentinos son los que defienden la libertad, la ciencia. No hay rebeldía si hablas con lenguaje inclusivo y votas a Don Quijote y Sancho Panza, si votas a este oficialismo y lo apoyas en su lucha contra los molinos. Hoy la revolución es ideológica y manteniendo ciertos valores morales. Hoy, revolución es oponerse a la censura mediática y al adoctrinamiento. Si se sale a marchar en el día de la lealtad desleal, no se es rebelde. Si se sale a militar los planes y la “ayuda social”, no sos rebelde. Si sos un lacayo ideológico apoyando la pobreza que este gobierno genera, no sos rebelde. En pocas palabras, si uno marcha con la imagen del Che Guevara y pidiendo recompensas por no trabajar, no es rebelde, es sumiso, es servil, es útil a la nefasta figura política que lleva tanto tiempo en el poder. Entonces, pregunto ¿No es momento de ser rebeldes con una figura tan longeva en el poder y un porcentaje de pobreza que no deja de subir?