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Unos "terroristas armados" mataron a ocho militares iraníes en la región de Negur (sureste), cerca de la frontera paquistaní, indicó un funcionario local citado este martes por la agencia oficial IRNA.
"En un acto ciego, los terroristas armados mataron a ocho guardias fronterizos y huyeron a Pakistán", declaró Ali Asghar Mirshekari, vicegobernador de la provincia de Sistán-Baluchistán, tras el ataque ocurrido la noche del lunes. Las autoridades iraníes suelen emplear el calificativo de "terroristas" para referirse a los grupos rebeldes suníes que operan en la zona.
El ataque se produjo en la frontera "y los rebeldes armados huyeron a Pakistán", declaró el general Said Montazer ol Mehdi, dirigente adjunto de las fuerzas de seguridad, citado por la agencia Fars. Desde el inicio del calendario iraní el 21 de marzo, otros ocho miembros de las fuerzas de seguridad murieron en dos ataques en la frontera iraquí, donde también hay minorías suníes, añadió.
Según los medios iraníes, el grupo extremista suní Jaish ul Adl ('Ejército de la Justicia') reivindicó el atentado del lunes, el más mortífero en la región desde octubre de 2013. Entonces, el mismo grupo atacó un puesto fronterizo en el sureste de Irán dejando 14 muertos.
La provincia de Sistán-Baluchistán, donde reside una importante comunidad suní en un país de mayoría chií, suele ser escenario de ataques de grupos extremistas suníes, así como de traficantes de droga, que se adentran en el territorio desde el vecino Pakistán.
"Irán pide a Pakistán que detenga a los terroristas, los entregue a las autoridades iraníes y no permita que los rebeldes y los terroristas utilicen el territorio paquistaní", afirmó Mirshekari.
Teherán acusa a menudo a Islamabad de no actuar con la suficiente firmeza contra los rebeldes suníes que atentan en suelo iraní.