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Nov 01, 2016 1
> Antichavismo obligado a "tocar tierra" frente a los comicios de 2017 y las presiones empresariales para normalizar el abastecimiento
La oposición venezolana se olvidó del referendo revocatorio y todos los factores de mayor fuerza que la integran están jugando para las venideras elecciones regionales y municipales.
El llamado a diálogo, finalmente impuesto por la aceptación del Vaticano a intervenir en el mismo, se convirtió en el "cable a tierra" que les recordó a los principales integrantes de la MUD (incluyendo a Voluntad Popular), que la política es el arte de lo posible.
Y, en lo inmediato, lo posible es el conjunto de elecciones tanto regionales (para gobernadores de los estados) como municipales (para alcaldes) que fueron programadas, aunque no hay fechas definitivas, para el año venidero por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Se trata de unos comicios para escoger a 23 gobernadores de igual número de entidades federales, así como cerca de 240 legisladores regionales, lo que se haría a finales del primer semestre de 2017. Asimismo 335 mandatarios locales o alcaldes y unos 2 mil 500 concejales, proceso previsto para el segundo semestre.
Pero adicionalmente los partidos que quieran participar en estas elecciones deben actualizar su inscripción según lo previsto en las "Normas para la Renovación de Nóminas de Inscritos de las Organizaciones con Fines Políticos Nacionales". En ésta se dispone que quienes no participaron en los comicios previos deben actualizar el listado de afiliados y ese sería el caso de casi todas las agrupaciones opositoras, que en las elecciones parlamentarias de diciembre pasado no lo hicieron con su propia tarjeta sino con la de la coalición MUD, "la de la manito".
Es decir, que la supervivencia de unas 60 organizaciones electorales requiere un disciplinado trabajo no sólo político sino logístico para cumplir con los requisitos como recabar los datos y las firmas de sus afiliados, lo cual no pudiera ser tan simple para muchos "partidos de maletín".
La imposibilidad De nuevas alianzas perfectas
En la primera reunión de los negociadores del Gobierno y la oposición, realizada entre la noche del domingo y la madrugada de ayer, si algo quedó claro fue esa agenda electoral regional. Quienes asistieron, lo hicieron para defender sus parcelas de poder.
Estuvieron por Primero Justicia el actual alcalde del municipio Sucre del estado Miranda, Carlos Ocariz, aspirante a gobernador del estado Miranda, o alcalde metropolitano de Caracas. De hecho ya lanzó una propuesta y una plataforma digital para impulsar su candidatura para sustituir al encarcelado Antonio Ledezma.
Ocariz, por otro lado, también estuvo como representante de la primera mayoría parlamentaria con 35 diputados en la Asamblea Nacional y por lo tanto la organización que podría tener la primera opción para postular en los comicios regionales, especialmente en las entidades de donde son tales legisladores.
También estuvo el secretario general adjunto de Acción Democrática, Luis Aquiles Moreno, pese a que el máximo jefe de ese partido, Henry Ramos Allup, había asegurado que como "todos nos enteramos por televisión" (del inicio del diálogo) no acudirían a la cita. Obviamente se trataba de una nada fina ironía que además terminaba por aludir al eterno precandidato presidencial de PJ, Henrique Capriles.
AD cuenta con la segunda bancada parlamentaria con 25 diputados y presume de tener una maquinaria bien organizada para procesos electorales, con la que aspira lograr candidaturas "unitarias" en regiones donde la oposición pudiera tener ventajas, especialmente por el desgaste de algunos gobernadores del chavismo que probablemente optarían por la reelección tras varios períodos.
Asimismo en la mesa se presentó el desplazado "canciller" de la MUD, Timoteo Zambrano, dirigente nacional de Un Nuevo Tiempo, partido con fuerza regional que sin duda aspira la candidatura del estado Zulia para su máximo líder, Manuel Rosales, quien desde hace pocos días comenzó a disfrutar de una medida de libertad restringida. Su fuerza parlamentaria, con 20 curules, no es nada despreciable para una organización focalizada en sólo una entidad.
Y finalmente hay que tomar nota de la presencia de Henri Falcón, gobernador del estado Lara, que también pretende preservar su "feudo" en la región centroccidental donde ha gobernado desde hace varios años.
La opción del voto duro de la derecha
El gran ausente en la mesa fue el partido Voluntad Popular, de Leopoldo López, que también está apostando a las elecciones regionales, asumiendo una postura de resistencia radical, con el fin de captar el voto duro de los sectores de derecha.
VP ha desarrollado liderazgos regionales en entidades como Táchira o Barinas, donde no podría negociar las candidaturas con otros partidos que también se consideran con ventajas, como AD.
Incluso, paradójicamente, la misma presencia de López encarcelado podría ser la mejor opción para la organización que fundamentaría su estrategia de mercadeo electoral en mostrarse como los que no aceptaron negociar con el "régimen".
Llama la atención que el secretario ejecutivo de la MUD trató de explicar la ausencia de VP en el encuentro por las dificultades que tendría su equipo nacional para comunicarse con López, quien tendría el mayor interés en que se revise la posibilidad de una medida de libertad obtenida en el marco de un acuerdo político.
Y, sin duda, la ausencia de voceros de la tolda naranja, prácticamente deja sin defensa al dirigente encarcelado, cuya posibilidad de liberación queda supeditada a una elusiva línea que plantea la "revisión de la situación de personas privadas de libertad".
Todo indica que López le es más útil a su partido permaneciendo en prisión.
El papel de la iglesia católica de Venezuela
Un elemento que también debe considerarse es el verdadero rol que está cumpliendo la Iglesia Católica. Todo indica que en el proceso hay dos entidades distintas: el Vaticano y la Iglesia en Venezuela.
De hecho, el propio cardenal venezolano, Jorge Urosa Savino, se ha encargado de remarcar esas diferencias, cuando la semana pasada había hecho precisiones sobre la naturaleza de los representantes del papa Francisco en el diálogo.
Incluso parece haber asumido un papel de moderador de los planes de la oposición con respecto a las posibilidades reales de ejecutar sus planes de protesta. El miércoles pasado mantenía su postura a favor de la marcha hacia Miraflores el próximo 3 de noviembre, con la petición expresa de que debía "contenerse la violencia que pueda presentarse de parte de cualquier actor político en esa ocasión". El exhorto, que incluía la exigencia de "un gran respeto a la Constitución y un profundo orden", parecía ir dirigido a grupos de la misma oposición.
Ayer su postura cambió radicalmente y planteó la inconveniencia de marchar al Palacio Presidencial de Venezuela. "Dentro de la oposición, deben tener cuidado con los llamados que puedan generar violencia por parte de grupos armados ilegales. Ir a Miraflores el jueves no conviene. Se debe evitar la violencia fatal", expresó el representante de la Iglesia en una entrevista para Circuito Éxitos, en una clara alusión a factores extremistas dentro del antichavismo.
En todo caso le prestó a la MUD oficial los argumentos para una ineludible suspensión de una protesta para la cual posiblemente no tenga capacidad de convocatoria.
El desgaste del empresariado
Finalmente el aspecto de mayor pragmatismo abordado en el encuentro es el de la economía, cuya consideración quedó a cargo de la mesa que moderará el expresidente dominicano Leonel Fernández.
Desde mayo, al iniciarse las exploraciones en torno al diálogo, el político caribeño venía planteando la necesidad de "volver a la estabilidad con crecimiento económico y suministro de los bienes y servicios básicos que la sociedad demanda."
En esa ocasión, la MUD en pleno reaccionó alarmada y mostró en un comunicado "nuestra extrañeza por lo planteado en la rueda de prensa por el expresidente de República Dominicana, Leonel Fernández, sobre el tema económico".
Sin embargo, ayer el vocero de la coalición opositora, Jesús Torrealba, no cuestionó en absoluto que el planteamiento original de Fernández, quien promovió las inversiones de acaudalados empresarios venezolanos en su país cuando fue presidente, se incluyera en la agenda en forma abierta.
Sin duda, el enfoque del exmandatario expresa el desgaste experimentado por sectores empresariales tras casi cuatro años de inestabilidad económica derivada de la confrontación política y las exigencias de divisas que no están disponibles, por parte de grupos económicos de importadores altamente dependientes del sector externo.
VICTOR HUGO MAJANO / CIUDAD CCS