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NUEVA YORK — Una situación extraña se convirtió en un suceso casi surrealista en el Bronx el miércoles, cuando Raúl Ibáñez-sustituyendo como bateador emergente a un Alex Rodríguez metido en un profundo bajón ofensivo-dio jonrón en el noveno inning para empatar el Juego 3 de su Serie Divisional contra los Orioles, para luego conectar otro cuadrangular en el cierre del duodécimo y darle una victoria dramática a los Yankees por 3-2.
Ahora Nueva York encabeza la serie 2-1 y tratará de eliminar a Baltimore el jueves en el Juego 4.
‘Seguimos luchando’, dijo Ibáñez. ‘Es una bendición tener la oportunidad de batear en una situación así. Lo hacemos todos juntos. Se trata del equipo y de querer ganar.’
Hubo buenos esfuerzos de parte de los Yankees el miércoles: Hiroki Kuroda lanzó excelente pelota de dos carreras permitidas en 8.2 entradas; Boone Logan, el dominicano Rafael Soriano y David Robertson frenaron el ataque de los Orioles en relevo. Pero la noche fue de Ibáñez, quien una vez más dio la cara cuando más lo necesitaban los Yankees.
Hay que recordar que el 2 de octubre, con Nueva York en peligro de caer en un empate con los Orioles en la cima del Este en el penúltimo día de la campaña regular, Ibáñez dio cuadrangular de tres carreras en la novena entrada para empatar un partido crucial vs. los Medias Rojas. Los Yankees ganarían en 12 innings y al día siguiente asegurarían otro título divisional.
En el Bronx Ibáñez, de 40 años, ha sido la definición de un bateador oportuno.
‘Siempre estamos esperando que haga algo cuando lo meten de pinch hitter ‘, dijo el infielder dominicano de los Yankees, Eduardo Núñez. ‘No podíamos creerlo, verlo llegar y empatar el juego con un swing y luego el otro. En verdad fue muy emocionante.’
Ibánez trató de explicar su destreza bajo presión de una manera sencilla.
‘Definitivamente, tratas de sacar algo de tus experiencias en el pasado’, dijo el toletero, un veterano de 17 años en la Gran Carpa. ‘Pero al mismo tiempo, cada momento es diferente; sólo trato de mantenerme en el presente, sin pensar demasiado en el pasado ni el futuro. Sólo trato de enfocarme en la tarea del momento.’
Entre otros logros notables del Juego 3, Ibáñez se convirtió en el primer jugador en la historia que da dos cuadrangulares en un partido de postemporada que sean del noveno episodio en adelante.
El primero fue frente al cerrador de los Orioles, Jim Johnson-quien ha permitido seis carreras en 2.1 innings en esta serie-y el segundo fue contra el relevista zurdo Brian Matusz.
‘(En el primero) sólo trataba de ver un buen pitcheo para darle’, contó el toletero. ‘No trataba de hacer demasiado, sino ponerle un swing corto y salió bien.
‘Con el segundo fue lo mismo, no tratar de hacer demasiado. Creo que hay una tendencia de nosotros los peloteros, tarde en los juegos, de tratar de hacer demasiado y yo quería luchar contra eso. Afortunadamente me salió bien.’
DECISIÓN SORPRESIVA PERO ACERTADA
En el cierre del noveno inning y un out, el manager de los Yankees, Joe Girardi, tomó una decisión que por un lado sorprendió, pero del otro tenía todo el sentido del mundo.
Cuando le tocaba el turno a Rodríguez-quien llevaba de 3-0 con dos ponches en el juego y de 12-1 con siete ponches en la serie-Girardi decidió sentarlo y poner a Ibáñez a batear.
‘Raúl había dado la cara (anteriormente)’, explicó Girardi. ‘Tienes que tomar algunas decisiones difíciles a veces. Pero tenía una corazonada. Tenemos un gran bateador emergente que le da bien a las bolas bajitas. Es que tuve una corazonada.’
Por más problemas que estuviera pasando Rodríguez, Girardi tenía que saber que iba a crear una especie de controversia al sentar a Rodríguez en una situación tan apremiante, pasara lo que pasara con Ibáñez. Y su decisión vino después de insistir en dejar a A-Rod como tercer bate, aun cuando venían llamados a bajarlo en el lineup.
‘Creía que tenía que hacer lo que sentía de corazón, lo que el corazón me decía que era lo mejor’, expresó Girardi. ‘Como manager, a veces diriges diferente en este tipo de partidos que durante la temporada. Pero hoy sentí que esto es lo que mi corazón me decía, e iba a hacerlo.’
De su parte, Ibáñez trató de restarle importancia a cualquier controversia, calificando como ‘un gran compañero’ a Rodríguez y expresando que se sorprendió cuando recibió la noticia de que iba a batear.
‘Alex es uno de los mejores bateadores de todos los tiempos y lo sigue siendo’, expresó Ibáñez, de familia cubana. ‘Entonces, al principio no sabía qué estaba pasando. Luego traté de olvidarme de eso y de ver un buen pitcheo para batear.
‘Presumí que algo extraño pasaba cuando me dijeron que iba a batear segundo (en el noveno). Realmente no sabía, pero luego simplemente traté de prepararme para batear.’
Después del primer cuadrangular para empatar el partido, se le vio a Rodríguez felicitar a Ibáñez en el dugout.
‘Me dijo ‘gran trabajo’’ contó Ibáñez. ‘Sabes que A-Rod es un gran compañero y un jugador de equipo. Es el primero que te felicita. Como dije, esto se trata de ganar. Se trata de los Yankees y de continuar eso.’
MOMENTO INOLVIDABLE, PERO FALTA MÁS
Con su victoria emocionante del miércoles, los Yankees buscan otro triunfo en esta serie para pasar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana por primera vez desde el 2010. En otras palabras, falta mucho más por hacer.
‘Estar en esta situación y ser parte de esto, en este gran equipo, es una bendición’, dijo Ibáñez. ‘Es un momento especial.
‘Pero al mismo tiempo, en el béisbol son sólo eso, momentos. En algún momento tienes que tratar de enfocarte en mañana, porque mañana hay otro gran juego.’
David Venn / LasMayores.com