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Que nos suban los impuestos, que nos congelen el salario, que recorten y racionalicen si de verdad es necesario, pero por favor ayudad al ciudadano antes que a los Bancos
Si realmente los Mayas aciertan y el fin del mundo llega en Diciembre, entonces podemos pensar que todos los acontecimientos ocurridos en los últimos años pueden ser tan sólo los pasos necesarios para llegar a tal fin. Siguiendo esta lógica, ¿Para qué preocuparse? Si dentro de un trimestre no estaremos aquí para seguir pagando la hipoteca, la luz, el agua, a los políticos, etc, poco nos tiene que importar lo mal que va todo, y en el ámbito local (España) que nos rescaten o no.
Pero si el departamento de Profecías de los Mayas, por lo que fuera, se equivocó interpretando las señales, entonces la cosa cambia.
Si mi opinión sirve de algo propongo que me rescaten a mí, y a todos mis compañeros. Entiéndase por “compañeros” todos aquellos españolitos atados a una nómina, pensión o prestación por desempleo sin posibilidad de escaquearse en el pago de los impuestos (sociedades interpuestas, paraísos fiscales…), con una hipoteca-losa con vencimiento más infinito que las acciones preferentes y una capacidad de aguante ante las continuas subidas de impuestos y precios que roza la santidad. Seguro que en tan heterogéneo grupo se nos cuela algún aprovechado, pero en este caso creo que es mejor que cobren justos y algunos pecadores, si no se puede evitar.
Si preguntamos a cualquier persona que qué es lo que prefiere, un sueldo alto y una hipoteca acorde a sus ingresos, o un sueldo bajo y no tener hipoteca, estoy seguro que todos prefieren vivir sin deudas. Al menos la gente con dos dedos de frente, claro. La gente como tú y como yo somos los que consumimos, los que viajamos un par de veces al año, los que nos damos un caprichito tecnológico de vez en cuando, los que compramos coches, los que utilizamos tarjetas de crédito…en resumen: somos los que hacemos que la Economía funcione. Los ricos gastan mucho, es verdad, pero no hay tantos como para afectar a la economía real. Si éstos dejaran de comprar por ejemplo leche no sería tan preocupante para las Empresas como si lo dejan de hacer los curritos, que somos la razón de la existencia de las Economías de Escala. Si los ricos dejan de comprar coches de gama media (Renault, Seat, Opel…) no creo que se resientan mucho las cuentas de resultados, pero mirad qué está pasando ahora: los asalariados hemos dejado de comprar coches (“porque no es el momento”, “porque es mejor tener un colchón financiero”…) y las ventas han caído en picado. Evidentemente hay por desgracia un grupo de personas que sus hábitos de consumo se basan en la cesta de la compra, pues no les llega para nada más. A éstas personas el Estado no las debería abandonar, tal y como está ocurriendo ahora.
Estamos dejándonos llevar tan mansamente por el camino de los recortes y las subidas de impuestos, mientras vemos cómo las ayudas de miles de millones de euros se evaporan por el camino sin saber muy bien a dónde han ido, que resulta increíble que todavía confiemos nuestro voto a esta panda de políticos cortoplacistas, interesados en que nadie les aparte de su sillón.
Y dicho todo esto, vuelvo a la idea principal: que me rescaten a mí. Con las cifras que manejan para el rescate de España, no creo que les costara mucho ayudarme con la cancelación de mi hipoteca. De esta forma tendría un dinero extra que podría utilizar para consumir y así reactivar el consumo interno, lo que provocaría que las empresas tuvieran que volver a contratar para poder hacer frente a la demanda, con lo que el Estado dejaría de pagar prestaciones por desempleo, con el consiguiente alivio para las arcas públicas, y a la vez esos ex-desempleados comenzarían de nuevo a consumir. Todos contentos. Pues si en lugar de rescatarme sólo a mí rescataran a esa clase asalariada, el efecto se expandiría más rapidamente que las empresas públicas de los Ayuntamientos.
No hace falta que que te condonen siquiera la deuda; con devolver el principal sin pagar intereses Europa recuperaría el dinero y a nosotros se nos reduciría la cuota considerablemente. De esta forma la ayuda llega a todos, no es a fondo perdido y encima transformamos un dinero destinado al pago de intereses en dinero en efectivo para consumir, invertir o ahorrar. Ni siquiera pierde el Banco, pues recibe dinero en efectivo, reduce la cartera de morosos, los clientes ahorran más y su core capital mejora. Basicamente lo que hemos hecho ha sido tachar asientos contables. Alguno dirá muy acertadamente que no hay dinero para todos. Por supuesto, pero tampoco le vamos a pagar la hipoteca a los millonarios, ¿Verdad?. Sólo extrayendo de la última Encuesta de Estructura Salarial 2010 del INE los siguientes datos, cualquiera sabe cómo excluir:
Así que todos los directores y gerentes se quedan fuera. Punto.
Establecemos un exceso sobre el salario medio y todo lo que esté por encima se excluye. Punto.
Los Bancos, con todos sus recursos, los del Estado y los de la UE, han demostrado que son incapaces de reconducir la situación por su pasada política de conceder hipotecas al 120% a cualquiera que la pedía, de financiar todas las promociones habidas y por haber y por haber apostado por productos de inversión que ni ellos entendían. ¿Y encima les vamos a ayudar? Prefiero que la ayuda sea indirecta tal como he explicado en el párrafo anterior.
Que nos suban los impuestos, que nos congelen el salario, que recorten y racionalicen si de verdad es necesario, pero por favor ayudad al ciudadano antes que a los Bancos.
Saludos,
Raskólnikov