Estas son las cosas que hacen que mi nintendero interior esté resurgiendo con fuerza. Lo tenían fácil, es verdad, porque soy un fan declarado de Mario Kart, pero también es cierto que la versión de Wii ?la última de sobremesa? estaba en mi opinión bastante por debajo de la media a la que nos tiene acostumbrados la saga.
Sin embargo, con Mario Kart 8 se han resarcido. Nintendo ha hecho un trabajo impecable para Wii U. Para empezar, la alta definición le ha sentado de maravilla a la franquicia y ha convertido esta entrega, sin ninguna duda, en la más bonita y espectacular de todas. Aunque este avance visual habría valido de muy poco sin uno de los puntos fuertes del juego, el diseño de los circuitos, que son ?como casi siempre? vistosos, trepidantes y muy imaginativos.
El resultado es maravilloso: un gran aeropuerto, un divertido descenso por una montaña nevada (en el que sólo se recorre el circuito una vez), una nueva versión del castillo de Bowser que no decepciona (el Bowser gigante de roca y fuego es una pasada)... Incluso los viejos circuitos desprenden un aire nuevo, Me encanta cómo se ven la Autopista Toad de Nintendo 64 y el Reloj Tic Tac de Nintendo DS, un recorrido que siempre deseé jugar en un televisor.
Por otro lado, la selección de corredor ha ganado mucho interés en Mario Kart 8. Ahora, además de seleccionar personaje, podemos escoger entre diferentes coches y motos, su tipo de rueda y su modelo de ala delta. La combinación de esos factores puede dar resultados muy interesantes como conseguir, por ejemplo, que corredores pesados como Wario o Donkey Kong ganen algo de agarre a costa de un poco de velocidad punta.
Me ha sorprendido mucho cómo, en esta ocasión, Nintendo ha sacrificado la diversión y locura de los objetos para potenciar la conducción. Este es, con diferencia, el Mario Kart en el que los objetos son menos decisivos. Mientras que en otras entregas casi no había carrera en la que cayeran uno o dos caparazones para el primero, aquí es extraño conseguir un objeto contundente, incluso yendo de los últimos. Raro es que salga una bala o una estrella, pero es que además, cuando salen, no resultan tan decisivas como antes (en ocasiones no sirven prácticamente para nada).
Al principio me molestó un poco este punto ya que, aunque los objetos a veces producían situaciones muy injustas, aportaban momentos hilarantes y no impedían que se notase la habilidad de conducción de cada jugador (los mejores casi siempre ganaban). Sin embargo, tras muchas horas de juego, tengo que reconocer que la diversión no se ha resentido ni un ápice. Son tan buenos los puntos buenos que las objeciones se quedan pequeñas.
Por desgracia, objeciones hay, un par de pegas que impiden que Mario Kart 8 sea perfecto. En primer lugar, no hay ninguna aportación significativa en cuanto a modos de juego y, en segundo y mucho más grave, se han cargado uno de los más divertidos, el modo batalla. Por alguna incomprensible razón, Nintendo ha pasado de crear circuitos específicos para este modo y ha reutilizado varios del juego que obviamente no están pensados para esta guerra de explotar globos. No es la única metedura de pata de este modo que ha perdido toda la gracia.
Se lo perdono, no pasa nada. No sólo porque el juego en sí ya sea una maravilla sino porque además Nintendo le sigue poniendo cariño y acaba de lanzar un DLC que debería servir de ejemplo al resto de compañías. La primera ampliación incluye tres personajes, cuatro vehículos y ocho nuevos circuitos por 8 euros. Lo mejor de todo es que el año que viene llegará una expansión con un contenido equivalente y se pueden adquirir las dos (medio juego) por sólo 12 euros.
Entre los nuevos personajes destaca Link, ya que los otros dos son nuevas versiones de Mario y Peach. Aunque lo verdaderamente impresionante vuelven a ser los circuitos, donde encontramos desde trepidantes recorridos como el de la Ruta Dragón hasta el retorno de la exigente Senda Arco Iris de SNES y homenajes a The Legend of Zelda (un recorrido por Hyrule), F-Zero y el clásico de motocross Excitebike.
Mario Kart 8 se ha convertido en un argumento más que contundente para hacerse con una Wii U. ¡Imprescindible!
Una película que consigue que los jugadores tradicionales aceptemos sin rechistar que Zangief aparezca alineado en el bando de los malos tiene que ser, por fuerza, una gran película. Rompe Ralph lo es 30/12/2012
¡Qué fácil es contentarnos a los fans! Hace falta poco, muy poco, para que nos volvamos locos con cualquier detallito relacionado con alguna de nuestras aficiones 21/12/2012
En esas listas suelen mezclarse algunos de los lanzamientos más esperados con otros que llegan casi sin hacer ruido y acaban destapándose como auténticos imprescindibles. Son los llamados sleepers 18/12/2012
Si he de ser sincero, para mí esta es la primera vez que caigo en las redes de Lara Croft. Cuando el primer Tomb Raider vio la luz, en el ya lejano 1996, los nintenderos como yo estábamos demasiado cegados con Super Mario 64 como para ver más allá 13/03/2013
Mucho ha tardado en caer en mis manos, pero al fin he podido deleitarme con el hermoso e hipnótico Contre Jour, elegido juego del año de la App Store de Apple en 2011 y posteriormente adaptado a muchas otras plataformas 20/03/2013