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The Delaney vuelve abrir sus puertas en una segunda temporada, mostrando a Londres sumergida en un Kaos total. Todo debido a la guerra civil por la que afronta Inglaterra. En medio de ello, y no muy lejana del ruido de las balas, el Club de Alfred Pennyworth sigue con una vida "normal" sirviendo copas a todos los que aún pueden permitirse el poder entrar en dicho establecimiento, es decir, la burocracia.
Alfred Pennyworth no es el héroe, o al menos no le visten así, que va a salvar el país en la resistencia contra los cuervos. Es un antiguo militar que sobrevive entre tanto kaos, esperando una oportunidad para poder irse a Estados Unidos. Entre medias aparece todas esas circunstancias que hacen que lo planes no sean tal como él los iba planeando, y se verá entre una trama de engaños, traiciones, y un personaje que le empujara para meterse en primera fila de las nuevas trincheras.
Si es cierto que echo en falta un poco más de complicidad de Thomas Wayne en la relación con Alfred, dejando la relación entre ambos como algo fría. Al mimsmo tiempo que poco imaginativa a la hora de comprender la relación que llegaron a tener en el tiempo. Eso sí, nos deja ver como la venta de las armas que se están produciendo en esa guerra, pueden provenir del propio Wayne, pero esto es solo una especulación mía.
La serie va ganando con todas las subtramas que van depositando a lo largo de sus capítulos. Los cuales en algún momento nos muestran como los malos no son tan malos, y los buenos, no están haciendo el bien desinteresadamente. Aquí, es dónde se establece el punto fuerte de Pennyworth. Es el mostrar una condición humana que muy pocas veces la hemos podido ver a través de este tipo de tramas. Pero que, debido a su realismo, funcionan a la perfección.
Nota: 6'5/10 .