La ortodoncia mediante alineadores transparentes es uno de los sistemas más demandados entre los adultos en los últimos tiempos, ya que permite remodelar la sonrisa de forma sencilla e invisible mediante unas férulas extraíbles de plástico transparente. Sin embargo, este tratamiento tiene que estar siempre supervisado por un profesional.

Así lo indican desde la Sociedad Española de Ortodoncia, donde han explicado los riesgos que supone adquirir a través de internet alineadores transparentes para que el paciente se haga el tratamiento desde su propio domicilio, sin la debida supervisión del ortodoncista.

Este tipo de ortodoncia, al igual que otros sistemas, "no puede tomarse como una moda", explica la asociación en un comunicado. "La ortodoncia es una disciplina sanitaria que debe diagnosticarla, planificarla y supervisarla un profesional cualificado", añaden.

Las férulas extraíbles de plástico deben ser fabricadas a medida para cada paciente, siguiendo las inidicaciones del profesional, ya que los tratamientos de ortodoncia pueden influir tanto a nivel estético y de oclusión dental como sobre funciones importantes relacionadas.

La masticación, el habla, la respiración o la deglución son algunas de estas funciones en las que pueden influir los tratamientos de ortodoncia y la elección del aparato adecuado es un proceso complicado en el que influyen muchos factores, por ejemplo, "puede haber una alteración en los tejidos que fijan el diente al hueso o en los propios huesos de la mandíbula y la maxila".

Un tratamiento inadecuado puede provocar problemas como, por ejemplo, los siguientes:

Por ello, estos tratamientos no se pueden realizar en casa sin ninguna supervisión y "sin que un odontólogo o estomatólogo realice un seguimiento del desarrollo del tratamiento para comprobar que evoluciona según lo esperado y pueda intervenir a tiempo en caso de que no sea así".

Es imprescindible realizar una correcta planificación que tenga en cuenta todos los estos aspectos y escoger el tipo de tratamiento en función del caso, por lo que la compra y uso de los kits de alineadores transparentes sin la necesaria supervisión puede poner en riesgo, no solo la salud de la boca, sino la salud en general de todo el organismo.