Lejos de que esta pandemia se diluya por sí misma y la falta de un antídoto específico que elimine al tristemente célebre coronavirus de la faz del planeta, existen daños colaterales devenidos de esto, que lejos estamos todos de superar.

Ahora se dice que la famosa vacuna creada por la inglesa Universidad de Oxford (Reino Unido), solo tendrá vida útil por seis meses desde la aplicación en los seres humanos.

El resto de las vacunas ponderadas por varios países, también parecen ser más de lo mismo o con un resultado insignificante para la humanidad.

A todo esto, impera la imbecilidad de las personas que en vez de cuidarse para así cuidar al otro y que esta pandemia se corte (por así decirlo), viven disfrutando con su burla, los peligros que acarrea andar de parranda por allí. Festejos familiares sin respetar distanciamiento social; Reuniones de amigos, lata o botella compartida para injerir alcohol y muchas estupideces más que hacen propagar el virus hacia los cuatro puntos cardinales.

#QuedateEnCasa

Hoy, seguimos golpeados por este maldito virus, que nos impone un encierro impensado alguna vez en nuestras vidas. Es como de la nada, transformarnos todos en esclavos de un virus despertado por algún idiota en algún lugar del planeta que no puedo mencionar pero cualquiera se imaginará a donde apunta mi idea.

¿Si yo tuviera el poder de decidirlo? Ordenaría cerrar todos los laboratorios secretos y militares o de mediano y alto riesgo. Tomaría sus materiales y los arrojaría al interior de un volcán activo para incinerarlos.

Pero en fin, la triste realidad es la que nos informa día a día, el Ministerio de Salud.