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El próximo 4 de mayo no habrá curso escolar en la Comunidad de Madrid. Estos centros servirán como colegios electorales para los comicios regionales. Los niños no tendrán clases, pero los padres sí tendrán que acudir a sus puestos de trabajo. "Me parece muy mal que no haya docencia ese día; a mi me da igual votar un domingo o un martes pero debe ser lectivo para los alumnos", dice Enrique, quien acaba de recoger de la escuela a su hijo de cuatro años.
Este padre tiene 35 años y "nunca" había visto un curso tan caótico: "Primero fue la pandemia, después Filomena y ahora las elecciones... cualquier excusa es buena para meternos en un atolladero a los padres. No puede ser que siempre paguemos las familias", lamenta. Enrique no se posiciona contra la celebración de las elecciones, pero sí pide que se le de una vuelta a dicha organización. "Cambiemos el sitio de votar: ¿Por qué no se vota en iglesias o en polideportivos? ", sugiere.
Enrique es autónomo, por lo que podrá trabajar ese día desde casa. Aun así augura una jornada complicada. "Con niños alrededor y sin clases no sé cómo lo voy a hacer". Tampoco Anastasia, quien imparte ruso en un centro de idiomas para adultos. "Mi hijo requiere mucha atención y no sé cómo voy a dar las clases aunque sean online"- mientras tanto piensa-. "A ver, sino están los abuelos, ¿no?
Esta es una opción con la que Carolina no cuenta. "Yo no tengo con quién dejarles y en tiempos de pandemia no puede ser con cualquiera", apunta esta madre de familia numerosa. A sus 29 años trabaja en una empresa de limpieza y teme que ese día le toque turno de mañana. "Si no voy a trabajar me van a descontar mucho dinero". Y es que da por sentado que si no acude a su puesto le sustituirán por otra persona: "No me lo puedo permitir".
En el colegio de enfrente, Elena espera a sus tres hijos. Se acaba de enterar de que el martes 4 de mayo no hay colegio. "Me parece mal, no lo sabía". En principio cree que no le afectará personalmente. "Suelo trabajar los fines de semana y los festivos". Y en caso de que tuviese que acudir a su puesto, "tiro de mi madre o de mi hermana". Aun así se solidariza con otras familias: "Hay quien no tiene a nadie para apañarse".
Edurne se presenta diez minutos antes de que abran las puertas de la escuela. Esa vez ha venido ella, pero su marido también está disponible, dado que ambos teletrabajan. De ahí que para esta madrileña las elecciones de mayo no sean un problema. No obstante, es consciente de que su caso no es el habitual. "Hemos tenido suerte". Cuida de una niña de tres años y otra de nueve. "A la pequeña la pondré a jugar, pero la mayor tendrá que hacer deberes", advierte.
Precisamente que los niños pierdan un día más de clase es un problema para los profesores. "Nos viene fatal porque tenemos el curso programado y ya bastante complicado ha sido con el temporal y la Covid", dicen Belén y Begoña, dos docentes de infantil. "Es un trastorno para nosotros", aseguran. Ya no solo por el parón de las clases sino por el temor a los contagios.
- "Nos da miedo por la Covid, porque van a estar entrando y saliendo mucha gente al colegio y después, tenemos solo unas horas para desinfectarlo", dice Begoña.
- "Pero eso ocurriría también un domingo", le dice la directora de la escuela que acompaña a las dos profesoras.
- "Sí, pero lo que digo es que no tendrían que usarse estos centros para votar, que se vayan a los centros de distrito, por ejemplo".
- "Ah, pues ahí llevas razón", responde la directora.