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El resultado de las primarias en el PSOE ha marcado un antes y un después para los socialdemócratas en el Estado español, algo que algunos anuncian como un cambio de ciclo en la vida política y en sus vidas personales
Uno de los ejemplos significativos de esta mutación, es el anuncio de retorno a las filas del PSOE de Bea Talegón, la que fuera Secretaria General de la Unión Internacional de las Juventudes Socialistas y una de las más brillantes promesas del PSOE entonces.
El otro es la solicitud de baja en el PSOE, de nada más y nada menos, que José Luis Corcuera, el que fuera primer obrero que llegó a ministro en tiempos de Felipe González y que se hiciera famoso por la Ley apodada con su apellido y más conocida como la de “la patada en la puerta”.
Entre estos dos militantes existe un espacio ideológico y generacional muy grande, los separa casi un abismo y sus trayectorias personales y políticas son bien distintas.
Nadie se debe llamar a engaño, la militancia y el cuerpo electoral de la socialdemocracia está formada por personas de muy diferentes orígenes sociales y muy distintos recorridos políticos.
Al fin y al cabo, los partidos son la representación de la sociedad y la socialdemocracia tiene la virtud de ser un mestizaje de la diversidad social, económica, cultural e ideológica de los pueblos. Y esa es la clave de su éxito.
Así es lógico que Beatriz Talegón en plena ebullición del movimiento 15M y ante la falta de respuesta (no hubo ninguna respuesta) del PSOE y las declaraciones (desacertadas e impropias) de algunos barones, huyera despavorida, como lo hicieron millones --repetimos—millones, de votantes del PSOE y miles de afiliados que dieron con sus votos “nombre” a las formaciones políticas nacidas al calor del 15M.
Después del “revolcón” que ha propinado Pedro Sánchez a las huestes de los Barones, que se atrevieron a cruzar “el Rubicón” entregando el gobierno al partido más corrupto de la historia de España propiciando un “golpe de mano” a cargo de sus sicarios, degradando al líder elegido por las bases del Partido –después de esto-- cualquier pretendido barón se lo pensará dos veces, más de uno se muerde la lengua y José Luis Corcuera se va dando un portazo, como si le importara a alguien.
El PSOE no nació como un partido de centro, nació como el partido de la izquierda
El discurso de Pedro Sánchez y las personalidades que conforman su equipo entonan de nuevo la Internacional y levantan en alto el puño izquierdo, algo que hace años dejaron de hacer los “felipistas” cuando pretendieron (sin conseguirlo del todo) hacer desaparecer a Karlos Marx de las estanterías, la memoria y la vida de los socialistas del Estado español.
No vamos a insistir en la calidad intelectual, política y humana de las mujeres y hombres que acompañan a Pedro Sánchez ni en su manifiesto programa presentado con motivo de las primarias, el 39 Congreso está a las puertas y será la segunda y más dura batalla a librar por Sánchez y sus gentes frente a los sectores (que son varios) de la derecha del PSOE.
Quienes conocen por dentro el partido centenario, saben muy bien que los tiempos están muy ajustados y los adversarios cuentan con “la cesta de los panes” para dar la “comunión” a sus feligreses, así que es la hora de las “capillas” y quien está en algún gobierno autonómico o local va a usar todas sus influencias para combatir a los de Pedro Sánchez.
De los resultados del Congreso de los socialistas va a depender que las agrupaciones vuelvan a ser las Casas del Pueblo y que retornen los que han emigrado a las Mareas, a Podemos, o a la apatía y la abstención.
Lo de José Luis Corcuera se explica fácil, hace tiempo que es monaguillo (de las emisoras) de los Obispos y sólo sabe repartir hostias, ante la llegada de tanto ateo lo mejor es hacer mutis por la sacristía, antes de que le pille la operación retorno que se anuncia numerosa y con atascos.
La baja de Corcuera augura otras, con más o menos ruido mediático, pero habrá más bajas por la derecha.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro