El Sorteo Extraordinario de Navidad está muy próximo y la mayoría de personas ya tiene a buen recaudo sus décimos con los números que, quizás, salgan del bombo acompañados de los grandes premios que se reparten el martes 22 de diciembre.

Sin embargo, no son pocos los casos en los que el décimo acaba en paradero desconocido, ya sea por un descuido, por un robo o porque simplemente olvidamos dónde lo guardamos.

Cuando esto sucede, no hay que esperar a que se celebre el sorteo para poner remedio. Mucha gente lo deja pasar porque piensa que es improbable que toque y, cuando toca, aunque sea la pedrea, viene el problema.

Lo primero que hay que hacer en caso de pérdida o robo del décimo es presentar una denuncia a la Policía Nacional o la Guardia Civil del lugar donde ocurrió el hecho, tal y como indican desde la Organización de Consumidores y Usuarios.

Esto debe hacerse en el momento de la pérdida y, junto a la denuncia, hay que aportar todas las pruebas posibles que acrediten al demandante como el propietario del décimo extraviado, así como las circunstancias del hecho.

Entre los datos que hay que dar está el número, la serie y la fracción del décimo. Los tres datos aparecen impresos en el propio décimo. Concretamente, la fracción es el número que identifica cada uno de los diez décimos que forman un mismo billete, por lo que gracias a ella se puede saber cuál de los décimos del billete es el que se ha extraviado, aunque tenga el mismo número y misma serie que otros. También es recomendable aportar una fotocopia del décimo perdido o una foto.

Además de esto, hay que comunicar por escrito a Loterías y Apuestas del Estado la pérdida del décimo. Con esta y las anteriores medidas, el cobro del décimo se puede paralizar hasta que un juez resuelva quién es el verdadero dueño del décimo.