Los nuevos enfrentamientos entre yihadistas y el ejército dejaron dos muertos este viernes en la península egipcia del Sinaí (este), donde la campaña militar iniciada hace más de un año no ha logrado poner coto a los ataques de los insurgentes.

Un bebé y un niño murieron este viernes de madrugada en unos enfrentamientos entre el ejército y los yihadistas, un día después de los atentados que causaron al menos 30 muertos, informaron las autoridades. El bebé, de seis meses de edad, falleció al ser alcanzado por una bala en la cabeza, mientras que el niño, de seis años, perdió la vida por el impacto de un cohete en el norte de la península, afirmaron unos responsables de sanidad.

Además, un niño de 12 años y otra persona resultaron heridos de gravedad por impactos de bala.

El jueves por la noche, 30 personas, en su mayoría militares, habían muerto en unos ataques coordinados contra las fuerzas de seguridad en el norte del Sinaí. Los ataques, perpetrados mediante disparos de cohetes y un coche bomba, afectaron a un cuartel de la policía, una base del ejército y una zona residencial de oficiales de las fuerzas de seguridad en El Arish, la capital regional.

Los ataques fueron reivindicados por el brazo egipcio del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Ansar Beit Al Maqdes.

Desde que el ejército derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi, en julio de 2013, los grupos yihadistas han multiplicado los atentados contra la policía y el ejército. Afirman actuar en represalia por la represión sangrienta contra los partidarios de Mursi en la que murieron 1.400 manifestantes islamistas. Más de 15.000 personas han sido encarceladas y centenares condenadas a muerte en expeditivos juicios masivos.

Dada la gravedad de la situación, el presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, acortó este viernes su visita a Adís Abeba, donde se celebra la cumbre de la Unión Africana, para regresar a su país tras los atentados.

Washington, un importante aliado del gobierno egipcio, condenó "con vigor los ataques terroristas en la provincia egipcia de Sinaí Norte". Estados Unidos "continúa apoyando de manera inquebrantable los esfuerzos del gobierno egipcio para combatir la amenaza terrorista, en el marco de nuestro compromiso permanente con la asociación estratégica que liga a nuestros países", indicó el departamento de Estado.

Irán también condenó el ataque y recalcó "la necesidad de que los países de la región cooperen contra el extremismo y el terrorismo".

Las autoridades han desplegado numerosos soldados y policías para combatir a los yihadistas en el Sinaí.

A finales de octubre, 30 soldados murieron cerca de Al Arish, en un atentado suicida seguido de un ataque comando contra una campamento militar, lo que llevó a las autoridades egipcias a decretar el estado de emergencia en una parte del Sinaí.

El ataque del 24 de octubre también hizo que las autoridades anunciaran una zona de seguridad a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza, para evitar que los insurgentes se infiltren en Egipto desde el enclave palestino. Egipto anunció a finales de diciembre que ampliaría de 500 metros a 1 kilómetro el ancho de esta zona.

Para las autoridades esta zona, de unos 13, 5 kilómetros de largo, debería permitir aislar a los "terroristas" en un sector desierto y eliminar los túneles clandestinos hacia Gaza, presuntamente utilizados para el tráfico de armas y el pasaje de yihadistas.