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La migración asociada a la pobreza extrema y la falta de servicios básicos en Centroamérica y otras regiones del mundo son un claro ejemplo de este problema
Hoy más que nunca, los recursos económicos son limitados y todo el mundo está revalorando los que tiene, revisando sus necesidades, atendiendo prioridades y redefiniendo sus objetivos y metas para aprovechar al máximo los que tienen disponibles. Las crisis locales se están convirtiendo en crisis regionales y globales, presionando aún más a las administraciones en todos los niveles a buscar alternativas para atender los problemas físicos y sociales que generan – La migración asociada a la pobreza extrema y la falta de servicios básicos en Centroamérica y otras regiones del mundo son un claro ejemplo de este problema -.
Es un hecho que los Municipios necesitan más recursos. Las partidas presupuestales se han reducido y seguramente se seguirán reduciendo mientras que, al mismo tiempo, las necesidades de la población en todos los temas se incrementan. Es un hecho que necesitamos familiarizarnos con la búsqueda y aplicación a otras fuentes de financiamiento para los proyectos de infraestructura y equipamiento, ya sean locales, nacionales o internacionales; o implementar mecanismos de participación conjunta entre los sectores público, social y privado o ambas. Y no se trata de sustituir los fondos tradicionales provenientes de las participaciones estatales o federales, (no se puede ni alcanzaría), sino de complementarlos y eficientarlos.
La coyuntura para la recuperación
En fechas recientes, muchos municipios y alcaldías en México han cambiado a su titular, y como consecuencia, cambian también los responsables de promover el desarrollo ordenado, la gobernabilidad y, sobre todo, de implementar las medidas necesarias para garantizar el bienestar general de la población. Esta transición institucional es una oportunidad para la reinvención, pues es claro que se debe convocar a toda la población para trabajar unidos en pro de la recuperación económica y social. Es cierto también que se necesita de una estructura administrativa más accesible y de políticas públicas que favorezcan el desarrollo económico inclusivo y sostenible.
Necesitamos aprovechar la resiliencia asociada a la Pandemia que parece haber llegado para quedarse. Tenemos que adoptar en serio los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas inscritas en la Agenda 2030 en los proyectos sociales, ya que los Fondos Nacionales e Internacionales, públicos y privados, privilegian estos objetivos y metas para apoyar y donar recursos a proyectos como los que urgen en todos los municipios de nuestro país. Y no debemos descuidar los compromisos del cambio climático, pues además de ser fundamentales para el desarrollo sustentable en el mundo, pueden también ser fuente de financiamiento para proyectos de equipamiento y desarrollo social, como justo acaba de suceder en la 26ª Cumbre sobre Cambio Climático celebrada en Escocia, donde se anunciaron casi 20 mil millones de dólares para evitar la deforestación global, apoyando comunidades rurales.
El mundo enfrenta la peor crisis global en muchas décadas, las afectaciones a la salud y a la economía impactan ya a todos los aspectos de la vida comunitaria
Visión 2025, los ajustes inmediatos
El mundo enfrenta la peor crisis global en muchas décadas, las afectaciones a la salud y a la economía impactan ya a todos los aspectos de la vida comunitaria, y solo hay dos caminos que podemos tomar para salir adelante y comprometernos con un nuevo modelo que privilegie el desarrollo social y la sustentabilidad:
Recordemos el camino de: “Ya terminó la pandemia, salgamos a la calle y que todo siga igual”, pero recordemos el refrán popular que dice: No puedes esperar resultados diferentes haciendo lo mismo. ¡Hay que reinventar las reglas! No se puede esperar que los recursos institucionales sigan fluyendo como antes, mientras las necesidades de la población se incrementen y agraven. Tampoco se puede salir adelante utilizando los mismos procedimientos administrativos restrictivos que desmotivan y entorpecen los emprendimientos y los proyectos de inversión. Las lecciones que la Pandemia nos ha dejado nos obligan a replantear las características y condiciones de prácticamente todo lo construido hasta hoy: la vivienda, el espacio público y sobre todo, el equipamiento social que nos permita estar preparados en el futuro para combatir nuevos escenarios que pongan en riesgo la continuidad de la vida comunitaria.
El otro camino de: “Aprendamos la lección y convirtámonos en los Promotores la Recuperación”. Este camino pasa por la reinvención y la innovación y necesita que actuemos apoyando la reactivación de los sectores productivos locales; promoviendo los emprendimientos con alto potencial, con especial atención al uso de los recursos locales y; apoyando a las organizaciones comunitarias con proyectos de que favorecen la economía solidaria, identificando las oportunidades e iniciativas innovadoras que favorezcan la integración regional. Tenemos que apoyarnos en la economía digital; promover y fortalecer a las pequeñas y medianas empresas para que contribuyan a la recuperación general y aprovechar los recursos provenientes de los Acuerdos Internacionales de Cooperación para el Desarrollo a los que México está inscrito.
¿Cómo podemos acceder a estos recursos internacionales?
En Manos al Futuro de los Oficios, estamos ya asesorando autoridades municipales para lograr este objetivo. De eso tratará la segunda parte de este artículo.
Https://landandbuilding.com/blog/2021/11/05/recursos-internacionales-a-proyectos-sociales/