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La poderosa milicia chiita de los hutíes defendió este sábado su maniobra militar en Yemen y la instauración de un poder político de transición, en una operación calificada de 'golpe de Estado' por sus vecinos del Golfo, y criticada por Estados Unidos y la ONU.
"Esta iniciativa histórica y responsable se hace en interés del país, porque ha enmendado un vacío político (...) que iba a hundir el país en el caos", dijo en un discurso televisado el líder Abdel Malek Al Huti, dirigiéndose a sus partidarios.
El viernes, los rebeldes de la milicia chiita Ansarualá (conocidos como hutíes por el nombre de su jefe) disolvieron el Parlamento yemení y crearon nuevas instancias dirigentes en este país privado de ejecutivo desde hace dos semanas, entre ellas una Comisión de Seguridad que "dirigirá los asuntos del país hasta la puesta en marcha un Consejo Presidencial".
En su discurso, el líder miliciano invitó a sus adversarios políticos, incluido el movimiento separatista sudista, a "unirse a la marcha del pueblo y a rectificar sus políticas".
Estados Unidos, aliado del régimen del presidente dimisionario Abd Rabbo Mansour Hadi en la lucha antiterrorista, desaprobó la iniciativa de los hutíes. Un responsable norteamericano llamaba a actuar a la comunidad internacional.
Por su parte, Naciones Unidas se mostró "muy preocupada" por la situación y amenazó con sanciones si no se reanuda el diálogo interrumpido entre las partes en conflicto.
- Luchar contra Al Qaida -
El jefe huti, cuya milicia es el enemigo de Al Qaida en Yemen, subrayó que continuará la lucha contra este grupo extremista sunita.
"Si Al Qaida toma el control del país, conspirará contra los hermanos de Arabia Saudí y en el Golfo", advirtió, en una aparente tentativa de volver a congraciarse con las vecinas monarquías del CCG.
Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Catar habían denunciado horas antes este sábado un "golpe de Estado" por parte de las milicias chiitas y advirtieron de que tomarán "todas las medidas necesarias para defender sus intereses".
El viernes, en una "declaración constitucional", la milicia anunció la creación de un Consejo Nacional de 551 miembros para remplazar al Parlamento disuelto tras meses de disturbios.
El futuro Consejo Presidencial, que será elegido por ese Consejo Nacional, deberá formar un gobierno de competencia nacional para un periodo de transición fijado en dos años.
Hasta que sea elegido, dirigirá el país una Comisión de Seguridad, formada por 18 miembros y presidida por el ministro dimisionario de Defensa, Mahmud Al Sobeihi.
Según un medio oficial, el sábado Al Sobeihipresidió una primera reunión y presionó a las fuerzas armadas para "ejecutar todas las misiones que le sean confiadas", en un momento en que el ejército parece dividido.
- Protestas -
La maniobra de los hutíes para hacerse con el poder se produjo un día después del fracaso de las negociaciones, auspiciadas por el emisario de la ONU en Yemen, Jamal Benomar, para alcanzar una salida de la crisis.
El enviado, que abandonó precipitadamente el país tras la "declaración constitucional" de los rebeldes el viernes, habría vuelto a Saná para reunirse con el "Comité revolucionario" (apelación referida a los rebeldes) y con "formaciones y partidos políticos".
En desafío la nueva autoridad en Saná, una explosión en la entrada sur del palacio presidencial, controlado por estos milicianos desde el 20 de enero, hirió a un policía y a un civil, informaron varios testigos. Y los rebeldes dispersaron a numerosos manifestantes que protestaban contra la toma de control por parte de Ansarualá.
Yemen, país con mayoría sunita de la Península Arábiga y aliado de Estados Unidos en la lucha contra Al Qaida, está sumido en una profunda crisis política desde la dimisión, el 22 de enero, del presidente Abd Rabo Mansur Hadi y su gobierno dos días después de la toma del palacio presidencial por los rebeldes chiitas.
El espectro político yemení se divide entre los que han denunciado la acción de los hutíes como un golpe contra la legalidad constitucional y los que no han reaccionado aún oficialmente.