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Melón y albahaca
El melón ya se cultivaba en el Antiguo Egipto durante el III milenio a. C., y su cultivo se extiende por la mayoría de los continentes. El cultivo en general sufrió un gran avance con la llegada a es España, en cuanto al cultivo del melón hasta la segunda mitad del siglo XX.
Propiedades. El fruto es diurético, estomacal, eupéptico, demulcente, nutritivo. Las semillas y raíces tienen efecto emético.2 Una ración de 100g. Proporciona más de la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina C. Su contenido en beta carotenos, que se convierten en vitamina A, ambos antioxidantes, hace que sea un eficaz aliado contra el cáncer y padecimientos cardíacos. Es excelente depurativo y rehidratante. Tiene un alto contenido de agua. Aporta muchos carbohidratos, como sacarosa, pero por su bajo contenido en energía resulta ideal para perder peso. Calcio, magnesio, potasio y fósforo son otras de sus virtudes para el organismo.
Ensalada de melón y queso de cabra
Ingredientes: varis lechugas, 1 melón, queso de cabra (al gusto), zumo de limón, 4 hojas de albahaca, aceite de oliva, sal.
Preparación
Primero limpiamos bien las lechugas. Luego la cortamos en trozos medianos y la colocamos en un bol.
Aparte, cortamos melón y queso de cabra en cuadraditos. Añadimos todo al bol junto con la lechuga.
Por último, picamos unas hojas de albahaca y decoramos la ensalada. Aliñamos con aceite de oliva, zumo de limón y una pizca de sal y servimos al momento.
La albahaca en la gastronomía
La mayoría de las diferentes variedades de albahaca cultivadas en muchas regiones de Asia tienen un sabor parecido al clavo (Eugenia caryophyllata), que es generalmente más fuerte que el de las variedades europeas.
También es frecuentemente usada en la cocina mediterránea; se puede consumir fresca o seca para aderezar tanto ensaladas, sopas de verduras, salsas para acompañar platos de pasta la famosa salsa italiana de pesto la lleva como ingrediente principal, como guisos de todo tipo de carnes.
La hierba fresca se puede mantener en el frigorífico durante cortos periodos de tiempo guardada en una bolsa de plástico o durante periodos más largos en el congelador, si se le escalda rápidamente en agua hirviendo. También se pueden mantener las hojas frescas en un tarro con una pizca de sal y cubiertas con aceite de oliva. Otra forma de conservarla es liarla en papel de cocina ligeramente húmedo y después volver a liarla en papel de aluminio. Para que no se apelmace a la hora de picarlo, lavarlo antes de guardarlo en el frigorífico, cuando lo queramos utilizar, lo sacaremos del frigorífico y lo picaremos directamente y así no se apelmaza.