La ayuda es necesaria para vivir. Puede ser de un extraño que se detiene para ayudarnos a recoger algo que dejamos caer. Puede ser una invención, como el microchip que cambia la vida de miles de millones. El factor importante es que en algunas formas nos permite sobrevivir más fácilmente y alcanzar nuestros objetivos.

Puede ser tan simple como una sonrisa que eleva nuestro estado de ánimo, o tan complejo como para ayudar a la cirugía que nos salva la vida. La persona que nos da esto es una persona de buena voluntad. La verdad es que los necesitamos. Nosotros, como sociedad, y cada uno de nosotros como individuos nadie puede vivir sin otros de buena voluntad.

Así que siga este consejo de L. Ronald Hubbard: "El camino hacia la felicidad se sigue con mucha más facilidad cuando uno apoyamos a las personas de buena voluntad".

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