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Enfrentados por las aspiraciones independentistas de parte de la sociedad catalana, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de Cataluña, Artur Mas, se reencontraron por primera vez este viernes tras siete meses cargados de tensión entre ambos Ejecutivos.
El encuentro se produjo con ocasión de la inauguración de la interconexión eléctrica entre el sur de Francia y el norte de España presidida por el primer ministro francés, Manuel Valls, y Rajoy en la localidad gala de Montesquieu des Albère, pocos kilómetros al norte de Cataluña.
Inicialmente, Mas había declinado la invitación al evento por motivos de agenda, aunque finalmente asistió a la segunda parte de la inauguración, un almuerzo con políticos y empresarios en la parte catalana de la frontera al que llegó con retraso.
El dirigente catalán se saludó fríamente con Rajoy, con quien compartió mesa durante el almuerzo e intercambió algunas palabras, aunque no estaba prevista ninguna reunión privada entre ambos, según una fuente del Ejecutivo catalán.
Previamente, el mandatario español puso esta interconexión como ejemplo "del ideal europeo de derribar fronteras artificiales o naturales en lugar de erigirlas", en una alusión al líder independentista catalán, que el martes llamó a prepararse ante "una eventual desconexión legal" del resto de España.
El último encuentro entre ambos líderes se produjo el 30 de julio, cuando rompieron casi un año de incomunicación con una reunión de dos horas en Madrid que no sirvió para avanzar en la negociación de un referéndum sobre la independencia impulsado por Mas pero ilegal según el Gobierno central. A pesar de ello, Mas siguió adelante con sus planes y el 9 de noviembre organizó una votación no vinculante en la que casi 1, 9 millones de catalanes (de un censo potencial de 6, 3) se pronunciaron por la secesión. Esta consulta, prohibida por el Tribunal Constitucional, le valió al presidente catalán una querella por desobediencia.
Cerrada la posibilidad de negociar un referéndum con el Gobierno central, Mas convocará el 27 de septiembre elecciones en Cataluña que, en caso de victoria independentista, quiere usar como plebiscito para iniciar la secesión de España.