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Luis Suárez volvió a hacerlo. No pudo dominar su ira al ver que el partido se le iba a Uruguay, que no conseguía la victoria frente a Italia y quedaba fuera del Mundial-2014, y reaccionó de la peor manera: mordió en el hombro al italiano Giorgio Chiellini.
Por su agresión al defensa 'azzurro', Suárez ha sido suspendido por nueve partidos oficiales de su selección y cuatro meses de toda actividad relacionada con el fútbol, informó este jueves la FIFA en rueda de prensa en Rio de Janeiro.
La sanción comienza a regir a partir del partido que Uruguay disputará con Colombia el sábado por octavos de final en el estadio Maracaná, por lo que Suárez quedó afuera del Mundial. La Federación uruguaya puede apelar pero no se suspende la sanción, añadió la FIFA.
- Suárez se autodestruye -
La agresión del 'Pistolero' contra Chiellini ocurrió durante el segundo tiempo del partido en que Uruguay finalmente venció a Italia por 1-0 y clasificó para octavos de final del Mundial, dejando a la 'azzurra' por el camino, el martes en el estadio Arenas Das Dunas de Natal (noreste).
Suárez venía forcejeando con Chiellini por ganar la posición en el área italiana, cuando 'perdió la cabeza': mordió en el hombro izquierdo al defensa que reaccionó lanzándole un codazo al uruguayo.
Ambos jugadores cayeron en el área y en un principio pareció un típico forcejeo entre dos 'tanques' a los que les gusta el choque.
Pero las imágenes de televisión mostraron lo que el árbitro del partido, el mexicano Marco Rodríguez, y todos los presentes en el estadio no vieron, el mordisco de Suárez. Incluso el portero Gianluigi Buffon, que estaba a escasos metros de la acción, no vio nada y ni cuenta se dio de lo que había ocurrido.
Así Suárez, de 27 años, se autodestruyó otra vez, solo cinco días después de tocar el cielo con las manos.
El pasado jueves el 'pistolero' había vuelto a las canchas, tras un mes parado por una operación de meniscos, anotándole dos goles Inglaterra para darle la victoria a Uruguay por 2-1 y dejar a los ingleses virtualmente eliminados del Mundial.
Justo a Inglaterra, el país en el que Suárez ya pasó del cielo al infierno y otra vez al cielo en los tres años y medio que allí lleva defendiendo al Liverpool.
- Debut soñado con gol y caída -
Suárez llegó al Liverpool en enero de 2011 tras tres temporadas y media en el Ajax de Amsterdam, donde marcó 111 goles en 159 partidos y venía de ser suspendido por siete partidos por morder a un rival, Ottman Bakkal, del archirrival PSV Eindhoven.
Su debut con el equipo de Anfield fue soñado, ingresó en el segundo tiempo contra el Stoke City y en una de las primeras pelotas que tocó anotó su primer gol. El romance con 'The Kop' fue instantáneo.
A fines del 2011 comenzaron sus problemas en Inglaterra, cuando en un clásico contra el Manchester United el francés Patrice Evra lo acusó de insultos racistas.
Suárez fue suspendido por ocho fechas por dicho incidente.
- La mordida a Ivanovic -
En la temporada 2012-2013 parecía que el delantero uruguayo volvía a lo más alto. Venía disputando con el galés Gareth Bale el premio a mejor jugador de la Premier League y con el holandés Robin Van Persie el de máximo goleador cuando en abril de 2013 mordió al defensa serbio del Chelsea Branislav Ivanovic, y su temporada se terminó.
El incidente con Ivanovic, ocurrido en la 34ª fecha de la Premier en Anfield, tiene varios puntos similares con el de este martes con Chiellini.
Con el partido 2-1 en favor del Chelsea en pleno segundo tiempo, Suárez forcejeaba con el serbio en el área tratando de ganar la posición hasta que lo mordió en un brazo, lo que no fue advertido ni por el árbitro ni por el juez de línea, al igual que ante Italia.
Finalmente el Liverpool logró empatar el encuentro 2-2 con un tanto de...Suárez de cabeza en el minuto 90+6.
Pero la FA suspendió al 'pistolero' por 10 partidos, se perdió el final de la temporada y Bale fue elegido mejor jugador y Van Persie terminó siendo el máximo goleador.
- La redención -
Tras perderse los primeros cinco partidos de la temporada 2013-2014, Suárez volvió con todo: se convirtió en el mejor jugador de la Premier y en el máximo goleador con 31 tantos, llevando al Liverpool al segundo lugar y a retornar a la Liga de Campeones de Europa tras varios años de ausencia.
Por fin lo había logrado. Suárez había acallado a todos sus críticos, que en Inglaterra tiene y muchos, y volvía al Olimpo, ese del que cayó el martes cuando volvió a hacer de las suyas y mordió por tercera vez a un rival.