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Reuters AgenciasEvelyn O'Flynn todavía padece cáncer de pulmón. Pero a un año de comenzar un tratamiento con un nuevo medicamento que apunta al sistema inmune directamente en lugar de pasar previamente por la tradicional quimioterapia difícil de tolerar, se siente muy bien."Es como un milagro", dijo la ex fumadora de 72 años que está apunto de convertirse en bisabuela.La paciente, que es tratada con la droga de inmunoterapia Keytruda de Merck & Co, es una de los afortunados.Datos presentados en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por su sigla en inglés) sugieren que un tratamiento temprano con inmunoterapia, parte de un ensayo clínico en Reino Unido, se volverá la terapia estándar para cada vez más pacientes. Pero hay un detalle: no funciona para todos.La inmunoterapia en sí parece funcionar mejor que la quimioterapia sólo en pacientes con cáncer pulmonar sin otro tratamiento previo y que cuentan con niveles altos de una proteína llamada PD-L1, lo que los vuelve más receptivos a laterapia.Por eso, desde ahora se recomienda a los oncólogos en Copenhague que evalúen rutinariamente a sus pacientes con cáncer pulmonar en busca de este biomarcador. No obstante, sólo entre un cuarto y un tercio de los pacientes con cáncer pulmonar de células no pequeñas (CPCNP) -el tipo más común de cáncer de pulmón- tienen tumores con al menos un 50 por ciento de células productoras de PD-L1, lo que deja sin posibilidades a la mayoría.La incapacidad de tratar a todos con una monoterapia que use un único fármaco es un revés para Bristol, que intentó hacer que su medicamento Opdivo funcione para el común de los pacientes, sin éxito en un ensayo clínico amplio. Sin embargo, esto abrió el campo a rivales como Merck, Roche y AstraZeneca, que cuentan con los que podrían convertirse en los medicamentos más vendidos de todos los tiempos, y por eso todas las farmacéuticas ahora están luchando para encontrar formas inteligentes de combinar tratamientos.Los oncólogos que leyeron atentamente los resultados de los ensayos sobre inmunoterapia en el encuentro sobre cáncer más grande de Europa han aprendido algo: encontrar tratamientos óptimos para distintos grupos de pacientes requerirá más investigación. "Creo que el futuro de la inmunoterapia se definirá en los próximos 10 o 15 años", dijo la especialista en cáncer de pulmón Solange Peters del Hospital Universitario de Lausana, uno de los organizadores de la reunión en Copenhague.Pese al éxito de la inmunoterapia y la perspectiva de un potencial mercado valorado en hasta 40.000 millones de dólares en ventas, los expertos en cáncer instan a tener cautela. "En oncología, vemos estos tipos de olas desde el pesimismo cósmico a demasiado optimismo, así que tenemos que ser cautos", dijo el presidente de ESMO, Fortunato Ciardiello. Los inversores, sin embargo, tomaron posiciones rápidamente cuando las acciones de Bristol cayeron 10 por ciento al comienzo de las operaciones del lunes, mientras que Merck alcanzó su nivel más alto desde el 2001.
DEFENDIÉNDOSE Al quitar los frenos del sistema inmunológico y permitir que las células NK (o células nulas) se concentren en los tumores, la inmunoterapia ofrece un enfoque diferente a la quimioterapia, que causa daños colaterales a tejidos sanos.Tiene efectos secundarios pero es una opción menos agresiva, que también promete una eficacia más duradera. Bristol, Merck y Roche tienen la aprobación en Estados Unidos para inmunoterapias, y además Bristol y Merck venden sus medicamentos en Europa. China, sin embargo, aún debe otorgarles una licencia.El cáncer de pulmón, que causa 1, 6 millones de muertes anualmente, representará la mayor parte de las futuras recetas médicas, aunque la inmunoterapia es usada también para melanomas, linfoma de Hodgkin y cáncer de vejiga, riñón, cerebro y cuello.Ya que Merck parece encaminada a dominar la monoterapia de cáncer de pulmón, los médicos buscan el próximo capítulo de la historia y existe un creciente consenso en que los tratamientos combinados son el futuro para pacientes con niveles más bajos de PD-L1.En teoría, creen los investigadores, sería posible que más gente responda a los tratamientos añadiendo otros medicamentos a la mezcla para intentar que el sistema inmunológico dé batalla contra las células cancerígenas.La mayor parte de la atención hasta ahora se ha centrado en combinar dos inmunoterapias, aunque esto genera dudas sobre el costo, ya que cada medicamento cuesta entre 100.000 y 150.000 dólares al año. La estrategia crea una oportunidad para AstraZeneca, que ha estado detrás de sus rivales hasta ahora pero espera superarlos con un cóctel de fármacos que debería presentar resultados clínicos el año próximo.Bristol tiene la misma idea, pero sus ensayos clínicos de doble inmunoterapia mostrarían resultados a mediados del 2018. Pero la reunión de ESMO también presentó la perspectiva de otro enfoque, combinar con éxito la inmunoterapia y la quimioterapia.Muchos científicos se han mostrado escépticos sobre esta idea en el pasado, y aún existen dudas sobre si los pacientes tendrán una respuesta duradera, pero los datos positivos de un estudio de ESMO sugieren que el concepto es prometedor. Roche y Merck están entusiasmados.Avanzar a través de estas variantes será un desafío y Ciardiello sostiene que la comunidad debe esperar más resultados de pruebas clínicas en los próximos años. "Creo que vivimos en una época importante para convertir el cáncer en una enfermedad curable, pero tomará tiempo porque cuanto más aprendemos, más entendemos que es enormemente complejo", dijo a Reuters.
VENTAS MULTIMILLONARIAS Si bien nadie sabe aún cuál será el tratamiento del "patrón de oro", ya está claro que esta nueva generación de medicamentos será importante."Cada vez que volvemos al mercado de inmunoterapia nos maravillamos de lo grande que es la oportunidad", dijo Seamus Fernandez, analista de Leerink, quien estima ventas anuales combinadas por entre 30.000 millones a 40.000 millones de dólares para medicamentos como Keytruda y Opdivo, así como para fármacos rivales de Roche, AstraZeneca y Pfizer. Aún no está claro cómo se dividirá finalmente el mercado entre las compañías, pero Merck resultó el principal ganador en Copenhague.Esto subraya un cambio en las expectativas que ha sido evidente desde agosto, cuando Bristol reveló que su ensayo de monoterapia había fracasado. O'Flynn, cuyos tumores se redujeron dramáticamente, está contenta de tener una oportunidad de probar algo nuevo. "Mi hermano tuvo cáncer y se sometió a quimioterapia, que fue muy duro. Pero yo no he experimentado ningún efecto secundario importante salvo un poco de cansancio", comentó.