Un condenado a muerte fue liberado el miércoles de la prisión de Huntsville, en Texas (centro-sur de EEUU), después de ser absuelto tras haber pasado nueve años en la cárcel, cuatro de ellos en el corredor de la muerte.

Manuel Velez había sido arrestado en 2005 y condenado a muerte en 2008 por la muerte del hijo de su pareja, de un año de edad. Sin embargo, los exámenes médicos habían probado que las heridas mortales en la cabeza del niño se habían producido cuando Velez trabajaba en la construcción en Tennessee, a más de 1.000 kilómetros del lugar, según un comunicado de la Unión estadounidense por la Defensa de las Libertades (ACLU).

Este inmigrante latino, que entonces no leía en inglés y tenía un coeficiente intelectual inferior a la media, había firmado una confesión sin comprenderla y su abogado no había utilizado testigos que podían declarar que su pareja tenía antecedentes de malos tratos a sus hijos, según la misma fuente.