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Los recientes sucesos de los Estado Unidos, invitan al estudio y la reflexión sobre lo que está aconteciendo en la otrora potencia mundial, que lideró en su día a Occidente y el llamado bloque capitalista, frente a la ya extinta Unión Soviética
La que se autoproclamara cuna de la libertad, la democracia y la tolerancia, campeona de los Derechos Humanos, ha quedado una vez más en evidencia ante el mundo, por su intolerancia y el atropello de derechos y libertades.
Estados Unidos presenta un claro cuadro de descomposición social caracterizado por un profundo enfrentamiento interno entre clases, etnias, religiones y sectores del Estado, algo que recuerda a la descomposición que provocó la caída del Imperio Romano.
Las recientes manifestaciones de protesta presentan un cierto paralelismo con las celebradas a lo largo del siglo pasado, pero la situación política y económica de los Estados Unidos es bien distinta, como bien distinta es la situación internacional en la que EE.UU. pierde aliados por mérito propio.
Pero comencemos por ver que está pasando en el interior de su sociedad civil, para comprender por qué se ha llegado a esta situación.
Estados Unidos es el país con mayor población carcelaria del planeta, casi duplica a China que es la nación más poblada del mundo y que a su vez casi quintuplica en habitantes a los Estados Unidos.
Claro que mientras Estados Unidos tiene 655 reclusos por cada 100.000 habitantes, China tiene sólo 118, España 120, Brasil 328 y El Salvador 597, de lo cual se podría deducir que Estados Unidos está peor que el Tercer Mundo en materia delictiva y que es el país más peligroso del planeta.
En los años 80 Ronald Reagan decidió privatizar las cárceles de los EE.UU. para convertir a los presos en una mercancía y ampliar el número de negocios privados que se alimentan de los presupuestos que pagan todos los ciudadanos.
Los servicios externos de las cárceles ya estaban privatizados en gran medida antes de tomar la decisión de crear cárceles totalmente privadas y suponían un gran negocio para los amiguetes.
Así que con la escusa de la lucha contra las drogas, Reagan, modificó varias leyes para encarcelar a más jóvenes y de paso aumentar el número de presos creando el jugoso negocio de las cárceles privadas.
De esta forma, en lugar de invertir en educación pública y gratuita creó una gran escuela para delincuentes…eso sí, privada y pagada por el Estado.
La población reclusa de los Estados Unidos está compuesta en su mayoría por hispanos y negros que representan el 60% (20% hispanos, 40% negros) de la población reclusa total, las mujeres sólo representan menos del 10%.
El sueño americano se ha convertido en una pesadilla
Durante los gobiernos de Reagan y Clinton, se aumentaron las penas de cárcel por posesión y venta de drogas, sin distinguir entre trapicheros y traficantes, lo cual llevó a un aumento desproporcionado de la población carcelaria y a la ampliación del número de Centros Penitenciaros, que pasaron a ser privados.
Hasta 2012 las grandes empresas de cárceles privadas, financiaban las campañas electorales de los candidatos republicanos y demócratas, cuando los grupos de derechos civiles lo descubrieron exigieron que se rechazara el dinero de estas empresas y sus filiales.
Existen algunos trabajos muy bien documentados sobre el tema, uno de ellos fue publicado en 2016 por el digital AHORA a cargo de Dori Toribio, en él se señalaba: “En 2013, el 8, 4% de los presos en Estados Unidos estaba en centros penitenciarios privados, según datos del Departamento de Justicia. Hoy la cifra es mayor. Hay 130 cárceles privadas en 30 estados del país, con 157.000 camas. Y son dos grandes empresas las que controlan el 80% del negocio: CCA (Corrections Corporation of America) y el grupo GEO. Sus beneficios en 2011 fueron de 1.700 millones de dólares y 1.600, respectivamente. Estas compañías han multiplicado un 500% sus ganancias y valor bursátil en las últimas dos décadas”.
Barak Obama llegó a decir: “Hemos encarcelado a más delincuentes no violentos que nunca antes, por más tiempo que nunca. Gran parte de nuestro sistema de justicia penal sigue siendo injusto”
Obama fue el primer presidente de la historia de los Estados Unidos que se atrevió a visitar una cárcel norteamericana, en un claro gesto para la galería.
Sin embargo Obama no puso remedio a esta situación, demostrando que los presidentes están atados de pies y manos y sólo son títeres en manos de una minoría millonaria y corrupta que ha puesto el dinero para financiar su campaña electoral.
Tal como han venido diciendo algunos dirigentes norteamericanos progresistas el problema de la sociedad viene de atrás y lejos de haberse reducido el problema, se está agigantando y amenaza con terminar en un nuevo y cruento enfrentamiento civil, que podría derivar en una guerra.
Ya no sirven como escusa los enemigos exteriores, el enemigo está en casa, es nuestro vecino y está armado.
Así las cosas a este paso Estados Unidos será un país de delincuentes en manos de delincuentes, cuya única diferencia residirá en quién paga la cárcel y quién puede ir a la cárcel.
La policía no está para defender a los ciudadanos, la policía está para defenderse de los ciudadanos, los nuevos esclavos que trabajan por un salario.
La mentalidad esclavista permanece en los genes de los blancos supremacistas herederos de los padres fundadores, para ellos, los negros son africanos y los hispanos son indios.
Estados Unidos es una bomba a punto de estallar, en manos de un loco, blanco, supremacista y presbiteriano.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro