John Griswold

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Poco importa haber recibido dos carreras en los 2.0 innings que acumula en su regreso al beisbol profesional. Lo que realmente cuenta es la fortaleza que Kelvim Escobar viene sintiendo en el hombro, operado dos veces en los últimos tres años.

"Me sentí increíblemente bien y fuerte. La verdad ha sido una sorpresa, porque pensé que me costaría más y estaría un poco más perdido", confesaba el varguense tras su vuelta al morrito venezolano, el pasado sábado en Valencia.

Motivado a su citado inconveniente físico, el experimentado brazo de Cardenales de Lara no exhibía su talento desde la justa 2009-2010; sin embargo, la motivación y ganas de trabajar superaron cualquier intento de abandonar la pelota.

"No puedo negar que pensé en retirarme, luego de tener una recaída fuerte en mi hombro que mentalmente me pegó bastante, pero conté con el apoyo de mi familia y amigos, especialmente mi hijo mayor, que siempre me apoyó y pude salir adelante", cuenta el ex grandeliga, quien jamás se rindió ante las adversidades. "Esto es una tercera oportunidad que me da el beisbol y la vida, gracias a todo lo que luché por regresar".

El dueño de 18 victorias para Angelinos de Los Angeles en 2007 y único venezolano con al menos 100 lauros y 50 rescates en el "big show", no ha perdido la capacidad en su repertorio durante las dos presentaciones ostentadas hasta la mañana de ayer.

"La velocidad está buena, mi recta la mantuve alrededor de 93 millas, algo encima de lo que cualquiera pudiera pensar después de mis operaciones en el hombro. El cambio, la curva y el splitter también están funcionando", concluye el serpentinero que debutó en MLB con Azulejos de Toronto, en 1997.