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Aprovechando vínculos históricos y culturales, el rey Juan Carlos acercó las orillas iberoamericanas con el impulso del primer foro entre Europa y América Latina y cultivó cercanas relaciones con sus mandatarios, aunque también protagonizó algún sonado incidente como con el venezolano Hugo Chávez.
El primer viaje oficial del monarca en 1976 fue a República Dominicana y acabó siendo un presagio de la estrecha relación que Juan Carlos -que este lunes anunció su abdicación- propulsó durante casi cuatro décadas con los países de la antigua colonia.
"Partiendo de la relación histórica que ha unido a España con América Latina, el rey ha sido una personalidad muy presente en la región, especialmente a través de las Cumbres Iberoamericanas que abrieron canales de comunicación firmes", afirma Adolfo Laborde, experto en Relaciones Internacionales de la prestigiosa universidad privada Instituto Tecnológico de Monterrey (norte de México).
En 1991 el Jefe de Estado español promovió la inauguración en Guadalajara (oeste de México) de la primera Cumbre Iberoamericana, convertida entonces en el único foro de diálogo entre América Latina y el otro lado del Atlántico y una de las pocas instancias de diálogo político regionales, que ahora se cuentan a decenas.
"El concepto de Iberoamérica fue propiciado en toda esa etapa en la que el Rey estuvo al frente de su mandato", dijo a la AFP el expresidente de Guatemala Vinicio Cerezo (1986-1991).
Único participante de "sangre azul" y con silla reservada a su nombre cada año, Juan Carlos fue testigo de honor durante casi un cuarto de siglo de los cambios políticos en la región y sólo se ausentó de la cumbre del año pasado en Panamá por la convalecencia de una operación de cadera.
- "¿Por qué no te callas?" -
Aunque las burocratizadas y costosas cumbres dieron visibilidad en Europa a una región muchas veces olvidada, con el tiempo las anécdotas, incidentes o ausencias de jefes de Estado y de gobierno han cobrado a veces más protagonismo que la agenda o declaraciones finales.
El célebre "¿Por qué no te callas?", que el rey espetó a Hugo Chávez cuando éste criticaba y llamaba "fascista" al expresidente español José María Aznar en la cumbre de Santiago de Chile de 2007, fue la declaración más recordada pero no la única.
"Yo no soy realista, soy juancarlista", llegó a decir en un brindis el líder comunista cubano Fidel Castro en la cita de Madrid en 1992.
Con América Latina como objetivo prioritario de grandes empresas españolas como Telefónica, la petrolera Repsol o bancos como el Santander, el Rey supo ganarse con su estilo desenfadado la cercanía de los presidentes latinoamericanos sin distinciones de credo o partido.
"El rey es, como dicen los españoles, un tipazo (...) en privado ahí le digo Juan Carlos y bromeamos y todo", dijo en 2011 Chávez, reconociendo que el incidente de Chile no impidió que ambos sostuvieran una buena amistad.
Otros presidentes alejados ideológicamente entre sí, como el ecuatoriano Rafael Correa y el colombiano Juan Manuel Santos o el mexicano Enrique Peña Nieto, lanzaron este lunes mensajes de reconocimiento al monarca español.
"El Rey Juan Carlos ha abdicado. El Príncipe Felipe asume trono de España. Ambos muy queridos amigos. Mucha suerte y todo nuestro cariño", escribió Correa en su cuenta de Twitter.
- Heredero con vínculos latinos -
Desde su estreno en República Dominicana, los viajes a América Latina de Juan Carlos se contaron por docenas y sólo le quedó por visitar oficialmente Cuba.
El último viaje oficial de Juan Carlos a la región fue en junio de 2012 a Brasil y Chile y Latinoamérica fue convirtiéndose en el terreno de formación diplomática que el monarca confirió a su heredero en 1996.
A partir de ese año, el príncipe Felipe representó a la monarquía en las tomas de posesión de presidentes latinoamericanos; la última de ellas la del salvadoreño Salvador Sánchez Cerén el pasado fin de semana.
La llegada de Felipe al trono sería "una buena oportunidad porque se trata de alguien más joven y que representa otra generación para una nueva interlocución con aquellos países con los cuales la relación se maltrató un poco", estima Luis Antonio Huacuja, experto en la Unión Europea de la pública Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Si se sigue el guión sucesorio previsto en el Parlamento español por los partidos mayoritarios, el futuro nuevo rey de España no será el único en la Corona con conocimiento y vínculos latinoamericanos: su esposa, la experiodista Letizia Ortiz, conoció de cerca México cuando estudió en 1996 parte de una maestría en la Universidad de Guadalajara.