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En un rincón de Escocia se encuentra un mágico lugar que estuvo oculto por casi dos siglos. Los vestigios más antiguos datan del año 2500 a.C. y los más modernos del siglo XVII.
Este asentamiento fue encontrado a finales del siglo XIX, después de que una fuerte tormenta elevara el nivel del mar, lo que a su vez lavó la costa dejando al descubierto una parte del ahora llamado Jarlshof.
Su nombre significa "Mansión del Conde", y le fue asignado en 1814 por Walter Scout quien pensó que el sitio había sido habitado por los Scots, aunque en realidad las ruinas apuntan a que hubo otros habitantes.
Las excavaciones comenzaron en 1925 y se encontraron viviendas de la Edad de Bronce (2000-800 a.C.) y de la Edad de Hierro (800-200a.C), casas pictas (200a.C -800d.C), asentamiento vikingo (IX- XIV) y una granja medieval (XIV-XVI).
Parte de las estructuras han sido destruidas debido a la erosión del mar, y por ello se han construido nuevas defensas marinas que la protegen.
Se cree que las torres de fortificación tenían probablemente una altura de 13 m, aunque en la actualidad están completamente derruidas.
Aún con el paso de los años Jarlshof sigue dando una impresionante vista, ¿no lo crees?