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Los israelitas confiesan sus pecados

13/08/2015 23:30 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Nehemías 9 Nueva Versión Internacional (NVI)

9 El día veinticuatro de ese mes los israelitas se reunieron para ayunar, se vistieron de luto y se echaron ceniza sobre la cabeza. 2 Habiéndose separado de los extranjeros, confesaron públicamente sus propios pecados y la maldad de sus antepasados, 3 y asumieron así su responsabilidad. Durante tres horas leyeron el libro de la ley del Señor su Dios, y en las tres horas siguientes le confesaron sus pecados y lo adoraron. 4 Luego los levitas Jesúa, Baní, Cadmiel, Sebanías, Buní, Serebías, Baní y Quenaní subieron a la plataforma y en alta voz invocaron al Señor su Dios. 5 Y los levitas Jesúa, Cadmiel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías clamaron: «¡Vamos, bendigan al Señor su Dios

desde ahora y para siempre!

¡Bendito seas, Señor!

¡Sea exaltado tu glorioso nombre,

que está por encima de toda bendición y alabanza!

6 »¡Sólo tú eres el Señor !

Tú has hecho los cielos,

y los cielos de los cielos

con todas sus estrellas.

Tú le das vida a todo lo creado:

la tierra y el mar

con todo lo que hay en ellos.

¡Por eso te adoran los ejércitos del cielo!

7 »Tú, Señor y Dios,

fuiste quien escogió a Abram.

Tú lo sacaste de Ur de los caldeos

y le pusiste por nombre Abraham.

8 Descubriste en él un corazón fiel;

por eso hiciste con él un pacto.

Le prometiste que a sus descendientes

les darías la tierra de los cananeos,

de los hititas, amorreos y ferezeos,

de los jebuseos y gergeseos.

Y cumpliste tu palabra

porque eres justo.

9 »En Egipto viste la aflicción de nuestros padres;

junto al Mar Rojo escuchaste sus lamentos.

10 Lanzaste grandes señales y maravillas

contra el faraón, sus siervos y toda su gente,

porque viste la insolencia

con que habían tratado a tu pueblo.

Fue así como te ganaste

la buena fama que hoy tienes.

11 A la vista de ellos abriste el mar,

y lo cruzaron sobre terreno seco.

Pero arrojaste a sus perseguidores

en lo más profundo del mar,

como piedra en aguas caudalosas.

12 Con una columna de nube los guiaste de día,

con una columna de fuego los guiaste de noche:

les alumbraste el camino que debían seguir.

13 »Descendiste al monte Sinaí;

desde el cielo les hablaste.

Les diste juicios rectos y leyes verdaderas,

estatutos y mandamientos buenos.

14 Les diste a conocer tu sábado santo,

y por medio de tu servidor Moisés

les entregaste tus mandamientos,

estatutos y leyes.

15 »Saciaste su hambre con pan del cielo;

calmaste su sed con agua de la roca.

Les diste posesión de la tierra

que bajo juramento les habías prometido.

16 Pero ellos y nuestros padres fueron altivos;

no quisieron obedecer tus mandamientos.

17 Se negaron a escucharte;

no se acordaron de las maravillas

que hiciste por ellos.

Fue tanta su terquedad y rebeldía

que hasta se nombraron un jefe

para que los hiciera volver

a la esclavitud de Egipto.

Pero tú no los abandonaste

porque eres Dios perdonador,

clemente y compasivo,

lento para la ira y grande en amor.

18 »Y a pesar de que se hicieron

un becerro de metal fundido

y dijeron: "Éste es tu dios

que te hizo subir de Egipto",

y aunque fueron terribles

las ofensas que cometieron,

19 tú no los abandonaste en el desierto

porque eres muy compasivo.

»Jamás se apartó de ellos la columna de nube

que los guiaba de día por el camino;

ni dejó de alumbrarlos la columna de fuego

que de noche les mostraba por dónde ir.

20 »Con tu buen Espíritu les diste entendimiento.

No les quitaste tu maná de la boca;

les diste agua para calmar su sed.

21 Cuarenta años los sustentaste en el desierto.

¡Nada les faltó!

No se desgastaron sus vestidos

ni se les hincharon los pies.

22 »Les entregaste reinos y pueblos,

y asignaste a cada cual su territorio.

Conquistaron las tierras de Og y de Sijón,

que eran reyes de Hesbón y de Basán.

23 Multiplicaste sus hijos

como las estrellas del cielo;

los hiciste entrar en la tierra

que bajo juramento les prometiste a sus padres.

24 Y sus hijos entraron en la tierra

y tomaron posesión de ella.

Ante ellos sometiste a los cananeos que la habitaban;

les entregaste reyes y pueblos de esa tierra,

para que hicieran con ellos lo que quisieran.

25 Conquistaron ciudades fortificadas

y una tierra fértil;

se adueñaron de casas repletas de bienes,

de cisternas, viñedos y olivares,

y de gran cantidad de árboles frutales.

Comieron y se hartaron y engordaron;

¡disfrutaron de tu gran bondad!

26 »Pero fueron desobedientes:

se rebelaron contra ti,

rechazaron tu ley,

mataron a tus profetas

que los convocaban a volverse a ti;

¡te ofendieron mucho!

27 Por eso los entregaste a sus enemigos,

y éstos los oprimieron.

En tiempo de angustia clamaron a ti,

y desde el cielo los escuchaste;

por tu inmensa compasión les enviaste salvadores

para que los liberaran de sus enemigos.

28 Pero en cuanto eran liberados,

volvían a hacer lo que te ofende;

tú los entregabas a sus enemigos,

y ellos los dominaban.

De nuevo clamaban a ti,

y desde el cielo los escuchabas.

¡Por tu inmensa compasión

muchas veces los libraste!

29 Les advertiste que volvieran a tu ley,

pero ellos actuaron con soberbia

y no obedecieron tus mandamientos.

Pecaron contra tus normas,

que dan vida a quien las obedece.

En su rebeldía, te rechazaron;

fueron tercos y no quisieron escuchar.

30 »Por años les tuviste paciencia;

con tu Espíritu los amonestaste

por medio de tus profetas,

pero ellos no quisieron escuchar.

Por eso los dejaste caer en manos

de los pueblos de esa tierra.

31 Sin embargo, es tal tu compasión

que no los destruiste ni abandonaste,

porque eres Dios clemente y compasivo.

32 »Y ahora, Dios nuestro,

Dios grande, temible y poderoso,

que cumples el pacto y eres fiel,

no tengas en poco los sufrimientos

que han padecido nuestros reyes,

gobernantes, sacerdotes y profetas,

nuestros padres y todo tu pueblo,

desde los reyes de Asiria hasta hoy.

33 Tú has sido justo en todo

lo que nos ha sucedido,

porque actúas con fidelidad.

Nosotros, en cambio, actuamos con maldad.

34 Nuestros reyes y gobernantes,

nuestros sacerdotes y antepasados

desobedecieron tu ley

y no acataron tus mandamientos

ni las advertencias con que los amonestabas.

35 Pero ellos, durante su reinado,

no quisieron servirte

ni abandonar sus malas obras,

a pesar de que les diste muchos bienes

y les regalaste una tierra extensa y fértil.

36 »Por eso ahora somos esclavos,

esclavos en la tierra

que les diste a nuestros padres

para que gozaran de sus frutos y sus bienes.

37 Sus abundantes cosechas son ahora de los reyes

que nos has impuesto por nuestro pecado.

Como tienen el poder, hacen lo que quieren

con nosotros y con nuestro ganado.

¡Grande es nuestra aflicción! 38 »Por todo esto, nosotros hacemos este pacto y lo ponemos por escrito, firmado por nuestros gobernantes, levitas y sacerdotes.»


Sobre esta noticia

Autor:
La Plomada (20344 noticias)
Fuente:
fundacionlaplomada.blogspot.com
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Tipo:
Reportaje
Licencia:
Distribución gratuita
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