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La Iglesia venezolana recibe con los brazos abiertos a todo el pueblo de dios en sus actos de fe, pero una parte de ese pueblo encabezada por líderes revolucionarios como buenos judas acuden a ella para luego traicionarla con sus actos de odio
Iglesia Abierta Gobierno Cerrado
A San Buenaventura en su día
El tema que hoy nos ocupa es la celebración este pasado 14 de Julio de las fiestas Patronales de San Buenaventura patrón de la ciudad de Ejido capital del Municipio Campo Elías del Estado Mérida, acto conmemorado entre otras actividades con una solemne misa celebrada por el Obispo de Mérida Monseñor Baltasar Porras quien acompañado del párroco de Ejido Presbítero José la Cruz hablaron a todo el pueblo ejidense presente incluyendo representantes del gobierno municipal y estadal como a la Primera dama del Municipio esposa del Alcalde chavista, Concejales chavistas y uno adeco y varios funcionarios municipales y estadales simpatizantes chavistas con sus consabidos uniformes rojos y camisas de propaganda política dentro del sagrado lugar, sin ningún recato conversando, riendo y caminando de un lado a otro mientras se llevaba a cabo este acto religioso, olvidándose del respeto que debían al resto del pueblo presente.
En época de Jesús como bien lo recordaba en días pasados en una de sus largas alocuciones nuestro presidente Hugo Chávez, al ver a los mercaderes en el templo Cristo tomó un soga entre sus manos y los desalojó por el irrespeto que estos tenían en el sagrado lugar, ahora bien, Monseñor Porras ni el Párroco son Jesús, para sacar con un látigo de la iglesia a quienes faltan el respeto al sagrado sitio, aunque a más de uno de los presentes nos provocará en aquel momento asumir dicha actitud, recordamos que debemos poner la otra mejilla cuando nos insultan y agraden por nuestra fe esta clase de señores y para calmarnos afortunadamente vimos en esta celebración litúrgica un respeto en mi opinión no muy merecido a esta pequeña pero bulliciosa parte de la concurrencia al acto por parte de quienes celebraron la misa.
Me pregunto yo ahora que pasaría si por el contrario un ciudadano opositor conocido por el gobierno entrase en una de las llamadas casas del pueblo o a Miraflores a compartir una celebración con los dirigentes políticos con su camisa blanca, verde, amarilla, naranja que lo identificase claramente como un opositor: ¿los dejarían pasar tranquilamente? ¿Serían bien recibidos? ¿Soportarían quienes se dirigieran a la multitud la bulla de un pequeño grupo identificado como opositor a sus creencias?
Yo creo que no, pero a diferencia de nuestro actual gobierno bolivariano, sectario y dictatorial, la iglesia católica con todos los defectos que tenga o haya podido tener, se mantiene en una sola fe desde hace más de dos mil años que se perfecciona con el tiempo porque es y ha sido una creencia de amor al prójimo y por ello ha soportado persecuciones, de gobiernos y enemigos de la fe en cristo, como lo estamos viendo en la actualidad que sucede en Venezuela, cosa que nunca nos hubiésemos imaginado que pasaría en pleno siglo XXI, pero esta gente y muy particularmente su máximo líder o sea nuestro presidente hasta el 2012 busca en los dirigentes de la iglesia católica un nuevo enemigo para ocultar sus errores y distraernos de sus ineficaces políticas, corruptelas, despilfarros y asociaciones con gobiernos de la misma naturaleza dictatorial en nombre de un desgastado comunismo rechazado por la gran mayoría de la humanidad.
Se le dice entonces ya para finalizar mi pequeña reflexión que los líderes de la iglesia no deben inmiscuirse ni opinar sobre la forma en que es conducido actualmente nuestro país y que se quiten la sotana, además de acusárseles en programas llenos de odio que transmiten diariamente en la televisión pública nacional de toda clase de desviación y delito contra la moral, pero que cosa mas extraña que esos mismos que acusan vayan a misa a celebrar actos públicos de la fe de la mayoría de los venezolanos aparentando ser mansas ovejas.