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La ciudadana danesa Susanne Larsen, de 44 años, sufre un cáncer terminal de médula osea. Tras someterse a una complicada operación en el centro hospitalario universitario Rigshospitalet, se recuperaba de la intervención en una habitación del complejo. Pero ahora, según informa el diario Daily Mail, denuncia que el centro la ha expulsado de su habitación para hacer hueco al secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
El máximo responsable de la Alianza Atlántica había sufrido un accidente de bicicleta la semana pasada en Bruselas que le provocó una rotura en el brazo izquierdo. Rasmussen, que fue primer ministro de Noruega de 2001 a 2009, acudió al Rigshospitalet para someterse a una revisión de la operación. Fue en ese momento, según el relato de la mujer, cuando la cambiaron de habitación.
"Me sacaron de la habitación a toda prisa y me llevaron sobre mi cama de ruedas a un cuchitril del hospital, sin ventanas, donde pasé cuatro horas", afirma indignada Susanne Larsen. Los celadores, conscientes de que la nueva estancia de esta paciente incurable de cáncer no disponía de llamador de emergencia, le sugirieron que golpease una taza con la cuchara.
"De hecho, sufrí un ataque y me dejaron cubierta con mi propio vómito porque nadie atendía a mis llamadas", recuerda Susanne en el diario danés Ekstra Bladet. La paciente danesa afirma sentirse "humillada" por el trato preferencial que el hospital proporcionó al secretario general de la OTAN.
"Hemos tomado medidas para que un incidente así no vuelva a producirse", explica ahora Torben Stentoft, el director del hospital donde se produjo el incidente. "Estamos revisando el caso, pero pido disculpas por las molestias que hayamos podido causar a Susanne".
