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Un hombre de 66 años que se dirigía a un pequeño huerto de su propiedad en la provincia de Alicante falleció por el presunto ataque de cinco perros pertenecientes a un vecino, informó este martes la Guardia Civil.
El hombre salió el sábado de su vivienda en la localidad de Beniarbeig para ir al huerto en su finca, según un comunicado.
Pasadas varias horas sin tener noticias de él, su hijo salió en su búsqueda y se encontró con la "horrorosa escena": el cuerpo estaba tirado en el suelo "lleno de desgarros producidos por dentelladas de animales", detalla el texto.
El instituto armado cree que las heridas, que dejaban entrever que hubo "una lucha encarnizada", fueron causadas por perros "de razas peligrosas", cruces de pitbull y bullterrier.
"Los perros le derribaron mordiendo primero las piernas, y todo apunta a que el hombre intentó defenderse hasta su último aliento", relata la hipótesis barajada por la Guardia Civil.
Al no haber depredadores salvajes por la zona, los agentes indagaron en casas aledañas hasta que dieron con un vecino cuyos perros habían causado problemas en el pasado.
"Los perros no tenían manchas de sangre, pero se percataron de que uno de ellos estaba empapado, como si lo acabaran de bañar, aunque el dueño alegó que se había caído a la piscina", señaló el instituto armado.
El dueño no tenía permiso para poseer animales peligrosos, como es obligatorio en España, y si las pruebas de ADN confirman que fueron los culpables, podría afrontar cargos de homicidio por imprudencia.
Los perros fueron llevados a un refugio, donde mordieron a uno de los cuidadores y destrozaron la jaula que los contenía, dijo la Guardia Civil. España posee estrictas normas sobre la posesión y mantenimiento de perros considerados como peligrosos.