Guinea, que anunció el sábado el cierre de sus fronteras terrestres con Liberia y Sierra Leona para intentar impedir la propagación de la epidemia de fiebre hemorrágica Ébola, matizó su decisión para evitar una multiplicación de desplazamientos transfronterizos clandestinos.

"No se trata de un cierre de las fronteras entre Guinea, Liberia y Sierra Leona sino más bien de medidas estrictas para controlar los movimientos transfronterizos, sobre todo los de personas contactos", es decir susceptibles de portar el virus, declaró el portavoz del Gobierno, el ministro Albert Damantang Camara, la noche del sábado por teléfono a la AFP.

"Contrariamente a lo anunciado durante el día, Guinea no cerró sus fronteras con Liberia y Sierra Leona", añadió.

El ministro guineano de Cooperación Internacional, Kutubu Mustapha Sanoh, aseguró a la AFP que las fronteras no fueron cerradas para evitar empujar a la clandestinidad a los viajeros "porque de todos modos las fronteras son muy porosas".

El ministro Damantang Camara había anunciado este sábado el cierre inmediato de las fronteras "con el fin de controlar mejor los contactos y armonizar el control de los contactos" que son las personas que podrían estar infectadas por el virus del Ébola.

La actual epidemia de Ébola es la más grave de toda la historia del virus desde su descubrimiento en 1976 en África central.

Han muerto más de 960 personas de 1.800 casos registrados, sobre todo en Guinea, Liberia y Sierra Leona. Nigeria ha reportado 13 casos (de ellos dos mortales) según el último balance de la Organización Mundial de la salud (OMS) difundido el viernes.

El balance en Guinea es de 495 casos, 367 mortales, según la OMS y el Gobierno guineano, que señaló también la curación de 94 personas ingresadas en centros antiébola del país.