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¿Te has sentido alguna vez presa de un desasosiego donde experimentas un sobresalto continuo que no te permite permanecer tranquilo? Estoy seguro que sí porque todos hemos experimentado el miedo. Aquí te brindo seis reflexiones que te sirven de guía para entender mejor a tus miedos
¿Te has sentido alguna vez presa de una sensación de desasosiego donde experimentas un sobresalto casi continuo que no te permite permanecer tranquilo?
Estoy seguro que sí.
¿Por qué?
Porque todos hemos experimentado el miedo, aunque a nadie le gusta tenerlo.
¿Acaso la sociedad y la educación no deberían estar puestas al servicio de acabar con ese terrible flagelo que nos roba la paz y la felicidad?
¿Por qué eso no ha ocurrido y después de más de 6000 años de historia humana seguimos con miedo?
Aquí te brindo seis reflexiones o puntos que te pueden servir de guía para entender mejor a tus miedos.
PRIMERA REFLEXIÓN:
Buda, al hacer mención a las causas del sufrimiento, señaló que ya el nacer en una forma era sufrir porque la tendencia de las formas es a perpetuarse, aunque todas son impermanentes.
Es en ese afán de permanecer como forma donde se instalan los grandes temores que acompañan al hombre durante toda su vida: el temor a la vejez, a la enfermedad y a la muerte.
Todos los demás miedos que puedas experimentar tienen como fundamento a estos tres.
SEGUNDA REFLEXIÓN:
Lo interesante del caso es que la sociedad aprovecha estos temores y los convierte en un negocio lucrativo.
La sociedad trabaja sobre tus temores para mantener el orden establecido. Nota que las personas que han revolucionado las épocas son las que han perdido el temor y han estado dispuestas a cambiar las reglas del juego.
Desde que naciste la sociedad ha estado negociando con tus miedos y en lo único que ella no está interesada es que alcances el éxito venciéndolos. Te podría decir que toda la estructura social está basada en el miedo, no en el amor.
TERCERA REFLEXIÓN:
Si quieres influenciar sobre alguien solo tienes que trabajar sobre sus miedos. Esa es la base de todo el marketing que se produce actualmente.
¿Conoces alguna forma de religión, ideología o política que no esté basada en el miedo?
Es como bien dijo el filósofo chino Lin Yun Tang: “Si quieres convertir a alguien en religioso primero tienes que convencerlo que es pecador”.
Por eso, a veces, hasta el amor que una persona le profesa a Dios es una forma encubierta de temor.
CUARTA REFLEXIÓN:
Quizás ni estés consciente hasta donde el miedo ha calado en tu vida, así que te daré un norte:
Si quieres saber a qué temes, solo tienes que averiguar a qué te apegas, qué es lo que te cuesta trabajo soltar porque la manifestación externa de tus miedos son tus apegos.
Es más temido lo imaginado que lo que estás viviendo
Piensa: Si supieras cómo vivir plenamente, ¿a qué te apegarías, a qué le tendrías miedo? Ni la muerte tendría poder sobre ti.
Pero no sabes cómo vivir plenamente porque internamente estás atemorizado. Y mientras más miedos tengas, más seguridad externa buscarás, pero a la misma vez, más aislado te sentirás.
Ese fenómeno se puede evidenciar en el efecto de las tecnologías modernas.
Es cierto que ellas te permiten una mejor y mayor conectividad con el mundo, te brindan la seguridad de, como nunca antes, saber qué está ocurriendo en cualquier parte del mundo en este momento.
Pero conjuntamente con esta hiperconectividad se incrementan tus miedos y la tendencia a privatizar cada vez más tu vida. Es como bien dijo el sabio Salomón: “El que añade conocimiento, añade dolor”.
QUINTA REFLEXIÓN:
Los temores tienen la bella capacidad de invalidar tus acciones, de mantenerte en una zona que es confortable, pero a veces, insufrible.
La mayoría de las veces los temores se deben a un exceso de imaginación y así, sin darte cuenta, vives en un estado de alarma donde no conoces ni el descanso, ni la tranquilidad.
RECUERDA ESTO: Es más temido lo imaginado que lo que estás viviendo.
El temor es como la niebla. Lo penetra todo y no tienes la visibilidad necesaria para ver la realidad ni a dos pasos de distancia. A veces se te hace tan difícil esa visión clara que no puedes ni clarificar a qué le temes en verdad.
Esa niebla no te permite razonar con atino porque crees que te proteges si logras ver más allá y no te das cuenta que siempre se avanza mejor cuando das un paso a la vez. Es como un automóvil en una carretera en una noche oscura. Es la luz corta la que le ayuda a avanzar.
SEXTA REFLEXIÓN:
No pienses que porque acabas con un temor no te estarán esperando otros. Como los virus, los temores mutan y se adaptan a las nuevas circunstancias porque lo importante no es a lo que le temes, sino temer.
¿Crees que nuestros padres, o los maestros o los terapeutas pueden ayudarnos en la labor de erradicar los miedos de nuestras vidas?
Creer eso es una ilusión porque ellos también temen.
Teniendo en cuenta estos seis puntos, quizás preguntes: ¿Se puede dejar de temer?, ¿Existen personas que hayan vencido al miedo?
Sí, y todas tienen algo en común: De una u otra manera han comprendido y practicado el perfume de la meditación.
Pero eso es harina de otro costal y lo dejaré para un próximo artículo.
Como siempre, espero tus comentarios y te pido que compartas esta información.
MUCHAS GRACIAS.