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Ntes que nada, tengo que admitir que si hay una franquicia que nunca me sedujo, es Grand Theft Auto. Bueno, cuando eran arcades con vista superior tenían un encanto del que supe disfrutar, pero lo que intentaron hacer con el traspaso al 3D nunca me convenció. También debería advertir que mis impresiones son exclusivamente del modo de un jugador, ya que lo poco que me toco jugar del multijugador no me atrapó. Así que querido lector, no piense que por eso menosprecio este título.
Entonces hoy me toca dedicarle estas líneas a la última entrega de un GTA hasta la fecha, algo que se hace equivalente a analizar prácticamente una importante porción de la historia del gaming. Y esto lo digo porque la evolución que este título demuestra con respecto a los anteriores, es una suma de varias cosas.
Grand Thef Auto -GTA para los amigos, claro- siempre se agarro del atrayente submundo del hampa para tratar de contar una historia. Tratar, claro, no siempre basta. No porque hasta incluso en GTA IV los personajes y situaciones eran la clara representación de lo que Rockstar North quería para su nene mimado. Un popurrí de elementos repartidos a lo largo y ancho de cada vez más grandes y detallados mundos, todos mezclados para volverse de a poco la ‘Caja de arena’ definitiva, un lugar donde el usuario podría elegir entre escalar mundillo de mafiosos o simplemente quedarse en un lugar disparando a cualquier NPC que se presentara frente a ellos, por ejemplo.
Desde aquellos humildes comienzos como un ‘juego de autitos’ a las complejas misiones -los ‘heists’- que existen hoy en GTAV pasó de todo. Por ejemplo, pudimos vivir en la Ciudad de Vicio en medio de los 80` o ser un ‘nigga’ que arranca sus andadas robando una bicicleta. Con cada entrega quedaba bien claro que a Rockstar North le gustaban sus mundos gigantes, sus vehículos detallados y todo lo referido a los bajos mundos, ya sean las drogas, las prostitutas o la mafia.
Hubo un punto de quiebre -después del que significó GTA III y el traspaso al 3D-, si, cuando en San Andreas se vieron pinceladas del mundillo de las bandas barriales tan trilladas y clichés -cosas que esta gente ama, se nota- y el gigante escenario para cometer nuestras fechorías. Pero a este servidor, que en ese entonces ya le había tomado el gustito a los títulos más profundos tratándose de personajes y relatos, esto no le bastaba.
Llego GTA IV con la promesa del drama que planteaban con la llegada de Niko Bellic a Liberty City, que en busca de huir de su pasado terminaba envuelto en una trama donde no podía escapar de la violencia de los bajos mundos; una historia que en verdad era atractiva.
Nuevamente la ciudad brillaba por sí misma y aunque técnicamente estuviera desfasada y artísticamente dentro de la media, seguía presentando los cientos de detalles que tanto le gustan a Rockstar North.
Niko Bellic a priori era un personaje construido con mejores bases, pero tanto él como el relato se chocaban con la idea de Sandbox que el juego planteaba. Esto, y las misiones secundarias o primarias donde la personalidad de nuestro Niko iba de un lado a otro sin ningún problema, sin coherencia. GTA, hasta ese entonces, era el rey de los sandbox, indiscutido. Pero como relator, apenas había llegado a paje.
GTA V. Sí, pero antes, Red Dead Redemption. Que tendrá que ver ¿No? Es que Red Dead Redemption fue el primer juego de Rockstar en tener controles aceptables o mejores que eso. Si, todas las situaciones violentas que se dieron en todos los GTA se resolvían básicamente manejando o disparando.
Hasta GTAIV el tema de la conducción estaba resuelto, incluso con el debut de las ‘super físicas’ que vimos en la Liberty City de esta generación, casi todo estaba dicho.
Pero incluso en la mencionada Liberty City, los controles arma en mano eran arcaicos.
Red Dead Redemption, agarrado de la premisa de los pistoleros en el lejano oeste no tenía más remedio que traer una solución a esto. No sólo se tomó el atrevimiento de solucionarle problemas de gameplay a la franquicia de los autitos, sino que además, le enseñó cómo se puede contar una historia.
Pero GTA no es una franquicia que vende millones, que recibe el beneplácito del consumidor y la critica por igual por ser un juego mediocre, ni mucho menos. La evolución que se planteó para estos juegos siempre estuvo del lado del mundo, de sus matices, de la forma en la que se los podía llegar a representar con tanto esmero y detalle.
Entonces con todo esto cocinado, es obvio que el próximo paso sería usar la arena de la caja para construir un lugar de juego más uniforme, coherente.
Para esto tenemos 3 personajes, los tres metidos en una historia ya vista en cualquier medio, pero con el estilo tan propio de Rockstar North. Lo mejor de esto es que dentro del relato, los 3 personajes cumplen un rol especifico, teniendo cada uno alguna misión propia, dándoles un desarrollo mejor llevado, alejado del Niko exageradamente multifacético de GTAIV.
La historia nos cuenta como Michael y Trevor, socios y ladrones profesionales, son separados por cuestiones que nos enteramos en los primeros minutos de juego. Momentos después nos topamos con Franklin, un joven que se dedica a la recolección de autos para un vendedor con pocos escrúpulos. Michael se terminara encontrando con Franklin en las primeras misiones primarias, y luego hará su aparición el completamente ido de Trevor.
Los tres tienen personalidades muy marcadas, y como decía, cada misión propia de ellos los lleva a encarar las situaciones de su manera particular. Aunque claro, si decidimos hacer las locuras que haría Trevor pero manejando a Franklin por ejemplo, dependerá de nosotros. Rockstar nos sigue dando esa libertad. Aunque llama la atención que por momentos se nos prive de la oportunidad de saltar de un personaje a otro a nuestro antojo.
Es que durante el modo sandbox, fuera de una misión, podemos pasar de un personaje a otro cuando gustemos. Pero en momentos puntuales, y en pos del relato y la estructura de la misión, esto no será posible. No sé a quien podría molestarle, pero realmente le dio un empujón a la historia que querían contar.
La narrativa se sigue basando en los diálogos tan pintorescos y realmente -no siempre, claro- geniales que podemos presenciar, con las clásicas ‘cinemáticas’ descontracturadas que todo GTA suele tener. Pero si hay algo que mejoró, es que al tener tres personajes activos y desarrollados, muchas de las escenas ganan fuerza, pues es mas fácil que se cree un lazo entre los protagonistas y el espectador.
Por ejemplo en cualquier juego anterior, los personajes van y vienen sin aviso. El sistema de amigos en GTAIV nos dejó algunos interesantes, pero quedaban excluidos de conflicto principal. Esto no pasará en esta quinta entrega, pues si jugamos la historia principal sin desviarnos mucho veremos que de todas formas entre Trevor, Michael y Franklin hay una química muy interesante. Incluso entre ellos y algunos personajes recurrentes, mucho mejor resueltos que en entregas anteriores.
Pero la historia principal no tiene fuerza. Eso si, está sostenida por sus protagonistas y la misiones mejor construidas, así que en general es un detalle que queda pendiente para un próxima entrega.
Volvemos a Red Dead Redemption para hablar de Gameplay. Mucho de lo que se vio en el juego de John Marston se ve implementado y ligeramente mejorado en GTA V. El sistema de apuntado, la cobertura y la reacción de las armas son ahora más amigables, haciendo de una franquicia que siempre fue 50% shooter en tercera persona, bueno, un mejor shooter en tercera persona.
De esta forma lo lógico hubiera sido esperar que la forma en la que se venían resolviendo las misiones fuera la misma, pues con un sistema mejorado no había mucho más para tocar. Pero en GTAV vemos que a medida que avanzamos en las misiones, cada tanto aparecerán algunas más imaginativas que las otras, más divertidas e inversivas.
La estrella sin lugar a duda es el sistema de ‘Heists’, que como ‘sistema’, es algo bastante simple. Básicamente se plantea un objetivo, pero antes habrá que llevar a cabo cierta preparación, robando algún objeto como un camión de basura o haciendo un relevo de la zona del golpe, mas la oportunidad de tomar alguna que otra decisión en torno a cómo se van a desarrollar los eventos durante la misión. Esto así de simple como suena, en realidad hace que estas misiones sean mucho más interesantes por el hecho de generar más expectativa a medida que nos acercamos a la misión principal. Sobre todo después de haber pasado por algunas, pues las situaciones que se dan son variadas e intensas, potenciadas por la mencionada química que existe entre los protagonistas. Incluso las misiones propias de los personajes pueden llegar a sorprendernos por lo que nos toca hacer, como una en particular que disfruté bastante, en la que había que robar un preciado ítem de un tren en movimiento.
Así pues, Rockstar North dejó un producto mucho más redondo en nuestras manos. Y no sólo eso, a su gameplay mejorado le sumaron imaginación para crear situaciones y esos diálogos tan bien construidos que remarcaba antes.
El resto esta ahí, los detalles en la ciudad; la gente paseando, los autos yendo y viniendo, la ciudad siendo vivida por cientos de NPC, con una paleta de colores que deja ver mejor estos detalles. Y se suman los eventos aleatorios de -sí, claro- Red Dead Redemption, o algunas misiones secundarias disparadas sin aviso, que dan como resultado jugosas recompensas monetarias o hasta algunos NPCs para utilizar en los heists.
Técnicamente GTAV lleva al límite nuestras consolas. Sin tiempos de carga más que el inicial, podremos observar casi en su totalidad un Los Santos lleno de vida, con sus estructuras más firmes que nunca en la ciudad y sus colores y variedad en los campos que representan más de la mitad del mapeado.
Claro que no esta exento de falencias, como texturas lavadas, dientes de sierra, pop-in o algún que otro tirón. Pero lo cierto es que el juego corre bien, cualquier falla técnica nunca afectará al gameplay salvo momentos muy particulares, hablando de los ya clásicos bugs.
Artísticamente es un paso adelante, sobre todo gracias a los retoques del motor que se ven en esta entrega. Así podremos notar detalles tan gratos e insignificantes como la animación de un par de ojotas o el movimiento -algo tosco, eso sí- de la hierba.
Lo que también es una cuenta pendiente de este apartado es lo referido a la animación, pues no existe el Mo-Cap, esta todo animado a mano. Y prácticamente todos los personajes son poco orgánicos, muy robóticos y poco expresivos, pero por suerte en los más importantes vamos a notar que hay más trabajo, salvando un poco a todo el paquete.
Las bandas sonoras de los juegos de la franquicia nunca llamaron mi atención, así que hacer alguna apreciación al respecto sería demasiado parcial. Pero si me gustaría mencionar 2 de la banda sonora original: ‘Welcome to Los Santos’, de Oh no -tema de presentación- y el genial ‘Flying Theme’ de los más geniales Tangerine Dream.
El Voice acting es sencillamente de lo mejor en este y muchos juegos de la generación. Todos los diálogos más importantes están realmente muy bien actuados, y por momentos no vamos poder elegir personaje favorito. En ese sentido quizá Franklin sea el más flojo, pero tendrá sus momentos. En general, es un apartado que roza la perfección.
GTAV es un golpe en la cara, al menos para mí, renegado de este suceso a nivel mundial. Si había algo que Rockstar North me debía, era una buena historia. Bueno, me la sigue debiendo en realidad, lo que hacía falta antes que nada era un buen relato. Y en ese sentido la narrativa tuvo una buena mejora, con personajes más marcados y menos volátiles. Que sean tres es lo mejor que le podía pasar a un GTA.
El gameplay hace que por fin sea una experiencia 100% entretenida, para nada frustrante. Como juego, supera mis expectativas con creces.
Y como experiencia general, debo decir que no me parece una experiencia definitiva, pues hubieron otros juegos que supieron mover mi cimientos gamer con más violencia. Pero Grand Theft Auto V es sin lugar a dudas una Obra Maestra que, hoy con muchísima subjetividad debo decir, es el autentico e indiscutido rey de la Caja de Arena.
GTA V fue analizado utilizando una copia de Playstation 3.